Casi cualquier persona con estudios secundarios y carné de conducir en vigor puede aspirar a un trabajo sentado al volante. Las autoescuelas españolas necesitan unos 3.000 profesores de formación vial: una alternativa laboral, dicen, sin tasa de desempleo, con proyección y que no exige desplazarse a otra provincia.
Quien quiera trabajar como formador en una autoescuela debe apuntarse a las convocatorias que anualmente publica la la Dirección General de Tráfico (DGT), y el plazo para sumarse a la actual termina el 30 de enero.
Después, debe superar un proceso formativo y obtener un certificado que expide la DGT, y entonces el alumno ya puede formar parte de la plantilla de una autoescuela. Hay más de 8.000 en España.
La novedad de este año es que Tráfico ha simplificado el sistema y ya no es tan difícil como antes acceder a la formación. El déficit de profesores ha empujado a la DGT a eliminar una fase previa de selección –explica la Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES)– que la gran mayoría de aspirantes no superaba.
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Este año, en cambio, quienquiera que se sume a esta convocatoria accede directamente a la llamada fase a distancia o correspondencia. Esta formación teórica incluye dos pruebas de conocimiento eliminatorias.
Si supera estos dos exámenes, el alumno pasa a la fase presencial: 10 semanas de enseñanza también con un examen final.
El sector sostiene que la enseñanza de formación vial ofrece una incorporación al mercado laboral casi inmediata, porque no existe desempleo. De hecho, la ANAES calcula que hay unas 3.000 vacantes sin cubrir: falta personal cualificado que posea el certificado expedido por la DGT.
Un trabajo para la seguridad vial
“La labor de un profesor de formación vial es fundamental para la sociedad. No se trata solo de enseñar a conducir o explicar normas, nosotros enseñamos comportamientos y actitudes seguras al volante a los futuros conductores. Les enseñamos la importancia de lo que están haciendo porque se juegan literalmente su vida y la de los demás”, asegura el presidente de la Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES), Álvaro Llamas.
La DGT explica que lo que se pretendía era “agilizar el procedimiento”. Hasta ahora, se filtraba a los aspirantes con “un examen similar al teórico del [permiso] B y con una prueba práctica. Y mucha gente no se preparaba. Esa criba no se ha eliminado: se ha incluido en la fase primera para que la gente llegue más capacitada”, resumen fuentes de Tráfico.
Para participar en estos cursos y obtener el certificado de profesor de formación vial, la DGT exige tres requisitos: poseer el graduado en Enseñanza Secundaria o equivalente, tener el permiso de conducir clase B (con una antigüedad mínima de dos años) y cumplir con las condiciones psicofísicas exigidas.
El plazo de envío de solicitudes de la convocatoria actual cierra el 30 de enero.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).