Smart abandona su estrategia de cero emisiones y lanza su primer híbrido enchufable

La historia de smart ha tenido dos etapas. Nacida dentro de Daimler, como hermana de Mercedes, estuvo centrada en los coches urbanos. De manera relativamente reciente, entró en la ecuación Geely y ahora emplea los sistemas de propulsión eléctricos del conglomerado chino para dar vida a sus SUV. Sin embargo, su apuesta exclusiva por los modelos de cero emisiones ha cambiado: acaba de presentar en China el primer híbrido enchufable de su historia.

Toma como base el smart #5 ya conocido, pero recibe el apellido EHD y, aunque estéticamente es indistinguible (sigue siendo el mismo SUV de 4,70 metros de largo), cambia por completo su sistema de propulsión.

Dice adiós a la mecánica 100% eléctrica para adoptar un sistema PHEV que anuncia unas características sobresalientes, pero también poco realistas.

Hasta 252 kilómetros de autonomía eléctrica

Su sistema de propulsión combina un motor de gasolina de 1,5 litros y cuatro cilindros que desarrolla 163 CV con un motor eléctrico que aporta 200 kW (271 CV), pero Smart no ha desvelado cuál es el rendimiento combinado del conjunto.

Sí se sabe que la batería que alimenta al sistema tiene una capacidad de 41,46 kWh, lo que hace que sea similar a la que montan muchos vehículos eléctricos puros de tamaño pequeño. Ésta le otorgaría una autonomía en modo cero emisiones de hasta 252 kilómetros, logrando un rango de acción total (incluyendo el depósito de gasolina) de hasta 1.615 kilómetros.

Las cifras están muy por encima de lo habitual en este tipo de coches, puesto que el híbrido enchufable que más rango eléctrico declara es el Lynk & Co 08, con 200 kilómetros. Esto, sin embargo, se debe en gran parte a que son datos registrados según el ciclo de homologación chino CLTC, que no es particularmente exigente y da como resultado datos demasiado optimistas que no se cumplen en conducción real.

El smart #5 EHD está disponible en China desde 189.900 yuanes, unos 22.700 euros al cambio, por lo que es bastante más barato que la versión eléctrica, que arranca en 239.900 yuanes, unos 28.700 euros.