El pasado jueves a las 22:30h la Policía Municipal de A Coruña dio el alto a un vehículo que circulaba por la ronda de Outeiro, en las inmediaciones de la avenida de Arteixo. El conductor, de 30 años, mostraba síntomas evidentes de embriaguez y fue sometido a un test de alcoholemia con unos resultados que dejaron boquiabiertos a los agentes.
Aunque el límite legal está en 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, el hombre dio una cifra de 1,70, en una primera prueba, y 1,74, en una segunda realizada minutos más tarde. Estos números igualan el “récord” obtenido por un ourensano en 2008 y son los resultados más altos registrados en la comunidad gallega.
El infractor contaba con varias suspensiones previas del carné de conducir que le impedían ponerse al volante antes del 29 de octubre de 2025. Todas esas sanciones, por delitos contra la seguridad vial, hacen que acumule más tiempo de suspensión, a sus treinta años, que los que podría tener de permiso, si lo hubiese conseguido a los dieciocho y no hubiese infringido ninguna norma.
Por todo ello se le han imputado un concurso de dos delitos contra la seguridad vial: conducir teniendo suspendido judicialmente el permiso de conducción y conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
La noche del suceso, la zona por la que circulaba el infractor se encontraba muy concurrida debido a la época de rebajas y la cercanía de un centro comercial, y la oportuna intervención policial evitó que la imprudencia de este conductor causase algún tipo de accidente.
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