Un ‘justiciero’ en Málaga carga contra los radares mientras la DGT aumenta la vigilancia para evitar el vandalismo

Pocos conductores hay que les tengan algo de aprecio a los radares. No obstante, del desprecio a la agresión hay un gran paso, uno que cuesta miles de euros a aquellos que se atrevan a darlo.

En estos últimos días, ha corrido la voz sobre lo que las redes han bautizado como un ‘justiciero’. Málaga se ha despertado con tres radares de velocidad vandalizados y algunos vecinos no han tardado en pedir que, de encontrarle, se le haga pregonero en las próximas fiestas de la ciudad.

101 TV Málaga ha informado de los hechos y ha concretado la ubicación de los radares atacados por este ‘justiciero’. Se encontran en la avenida del Pacífico, la de Andalucía y en la calle Pablo Ruiz Picasso. Cabe puntualizar que este vándalo no ha destrozado los radares, sino que ha optado por pintar con un espray negro la trampilla por la que la cámara capta la foto de los vehículos infractores.

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En el caso de que se llegue a averiguar la identidad de este apodado ‘justiciero’ de Málaga, el vándalo podría enfrentarse a una pena de prisión e incluso asumir el coste de los cinemómetros, que es de unos 67.000 euros por cada radar saboteado. Además, provocar desperfectos contra estos instrumentos está tipificado en el Código Penal como un delito de daños.

Consecuencias de vandalizar un radar

La Dirección General de Tráfico anunció a finales del mes pasado que aumentaría la vigilancia sobre los radares de tráfico para reducir las posibilidades de que alguien los vandalice. Y es que en febrero aparecieron siete radares vandalizados en carreteras de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y la Comunidad Valenciana.

La vandalización de radares es constitutiva de un delito de daños tipificado en el Código Penal en sus artículos 263 a 267. Las penas asociadas prevén, incluso, prisión de uno a tres años y multa de 12 a 24 meses. El coste económico, que es de 67.000 euros para los radares dijos y de 66.000 euros para los de tramo, también tendrá que ser asumido por los culpables de los daños.