Tenga sentido o no, el mercado está lleno de versiones camperas de modelos de todo tipo (compactos, furgonetas, utilitarios, etc.,) que intentan adaptar a su fórmula los elementos estéticos típicos de los SUV para aprovechar su tirón comercial. El Volvo V60 Cross Country ya presentaba estas características antes incluso de que surgiera la moda de los todocaminos y ahora se renueva para postularse como una alternativa real.
Es fácil encontrar en él rasgos tanto del V60 normal como de la versión Cross Country de su hermano mayor, el V90. Las líneas limpias del diseño de Volvo están presentes, pero recibe un aspecto más campero gracias al añadido de las protecciones de plástico inferiores, a los refuerzos de aluminio y a las barras del techo.
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No se trata, sin embargo, de meras incorporaciones estéticas, y es que aumenta 75 mm la altura libre al suelo, lo que le permite atacar terrenos complicados con mayor facilidad, además de equipar de serie tecnología enfocada a la conducción fuera del asfalto. Así, cuenta con sistema de tracción integral a las cuatro ruedas con un modo off-road incorporado, con sistema de estabilidad, de tracción en curva y con función de control de descensos.
Como es habitual en los modelos de Volvo, está cargado de asistentes tecnológicos: Pilot Assist, que acelera, frena y lleva la dirección en carretera abierta hasta 130 km/h; City Safety, frenada de emergencia, alerta de tráfico trasero cruzado, mantenimiento de carril… Estará disponible con el motor T5 gasolina y con el diésel D4, aunque la marca ha adelantado que tienen pensado añadir opciones con microhibridación e híbridos enchufables.
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