¿Y si el Pagani Zonda fuera un deportivo ochentero?

Oguz Spiahioglu reinterpreta el deportivo de Pagani y muestra cómo sería si se hubiera fabricado en la década de los ochenta.

¿Y si el Pagani Zonda fuera un deportivo ochentero?

¡Ah, los ochenta! Que grandes deportivos nos dejó aquella década: el mítico Ferrari F40, el Porsche 959, el futurista DeLorean DMC-12, el Lancia Delta Integrale, el Ferrari Testarossa… la lista es larga y está bien nutrida, pero ¿y si la agrandásemos imaginando como sería un modelo actual creado en aquella época?

Eso es precisamente lo que ha hecho el diseñador Oguz Spiahioglu, que ha tomado al Pagani Zonda y lo ha sometido a un particular viaje en el tiempo para llevarlo a 1983. El resultado es espectacular y encajaría perfectamente entre los deportivos de dicha década.

El primer paso adaptarlo ha sido prescindir de las suaves y fluidas formas de la carrocería y sustituirla por el estilo ‘cuadradote’ y rectilíneo imperante en la época de Miami Vice. La finura del frontal deja paso a un conjunto más tosco, sin rastro de fibra de carbono y los estilizados grupos ópticos son sustituidos por faros dobles cuadrados. También los retrovisores cambian y pasan de estar en los pasos de rueda delanteros a colocarse en la parte superior de los pilares A.

En la vista lateral las llantas lucen un diseño retro y en las entradas de aire laterales, además, hacen acto de aparición las características estrías del Ferrari Testarossa. Llegando al eje trasero queda claro como la zaga está más elevada que en el modelo original y el difusor es menos voluminoso.

Y ya viéndolo desde detrás, la cuádruple salida de escape central se mantiene, pero pierde el marco redondo habitual y queda alineada con los pilotos traseros, de nuevo con una característica forma cuadrada.

Un impresionante ejercicio de estilo, ¿no creéis que quedaría genial junto a los Cheetah, Stinger e Infernus de GTA Vice City?

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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