La autonomía y el tiempo de recarga son las dos mayores preocupaciones que conciernen a los vehículos eléctricos, ya sean puros o híbridos enchufables. La primera está, poco a poco, desapareciendo ya que el alcance está alcanzando cifras cada vez más aceptables. La segunda varía en función de la toma de corriente empleada, aunque siempre implica cables. Pero no tiene porque seguir siendo así: BMW se ha aliado con Qualcomm para crear una plataforma de carga por inducción que actualmente está en fase de pruebas pero que espera comercializarse en 2018.
La plataforma tiene forma cuadrada, dimensiones compactas y es bastante plana; está conectada a una toma de corriente de 220 voltios y se puede colocar con facilidad en el suelo de cualquier garaje. BMW ha anunciado que en principio solo estará disponible para su 530e iPerformance, que contará con una aplicación en su sistema de infoentretenimeinto que, en conjunción con las cámaras, guiará al piloto hasta la posición correcta para optimizar la carga.
Una vez colocado encima, con solo apagar el motor empieza de manera automática el proceso que, para rellenar al completo la batería de ión-litio de 9,2 kWh de capacidad, tarda un tiempo cercano a las tres horas y media.
Hay que tener en cuenta que el BMW 530e iPerformance es un híbrido enchufable que combina un motor 2.0 turbo de 184 CV con uno eléctrico de 95 CV y que, utilizando únicamente este, tiene una autonomía de 50 kilómetros. Estamos pues, ante un sistema que está dando sus primeros pasos y que en principio solo será recomendable para vehículos de esta naturaleza, ya que en un eléctrico puro las baterías son mucho mayores y también sus tiempos de carga.
La marca bávara todavía no ha anunciado cual será su precio, aunque se sopesan cantidades que oscilen entre 1.000 y 2.000 euros. Además, más adelante se ampliará el número de vehículos que lo puedan emplear, como el 330e, el 740e o el i8.
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