BMW ha puesto al día el eléctrico de la familia, el i3, pero dentro de la renovación del compacto lo que más destaca es la inclusión de una versión más deportiva, el i3s, que ofrece más potencia y mejores prestaciones.
Como el modelo base, se beneficia de modificaciones estéticas como la ampliación de la carrocería bitono, que ahora incluye el capó y el pilar A con el color de contraste; estrena paragolpes y luces antiniebla rediseñadas, suma nuevos colores de carrocería, ensancha 40 mm los pasos de rueda traseros y añade diseños diferentes de llanta. En el caso concreto del BMW i3s, estas son de 20 pulgadas, la suspensión deportiva reduce la altura en 10 mm y las molduras negras adornan tanto los pasos de rueda como el paragolpes delantero.
El habitáculo es exactamente igual a la versión base, con la única diferencia de contar con un logo distintivo. Los niveles de acabado son Atelier, Loft, Lodge y Suite; el 80% de las superficies visibles están hechas con materiales reciclados, se suman cinturones de color azul como opción y cuenta con el sistema de infoentretenimiento BMW i ConnectedDrive.
Cuenta además con múltiples asistentes de conducción, desde la ayuda automática al aparcamiento en paralelo a la frenada de emergencia con detección de peatones en ciudad, pasando por el control de crucero y el asistente de retenciones, que mantiene el coche en el carril y la distancia de seguridad con otros vehículos en situaciones de tráfico denso hasta velocidades de 60 km/h.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.