Cargar un coche eléctrico: ¿se tarda tanto tiempo como muchos conductores piensan?

La transición a la movilidad eléctrica requiere un cambio de mentalidad y adaptación a nuevos hábitos de recarga.

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Enchufe de carga de un coche eléctrico.

La movilidad eléctrica está ganando terreno poco a poco en España, pero aún existen muchas dudas y recelos entre los conductores que quieren dar el salto a los coches eléctricos. Uno de los principales desafíos es la adaptación a los nuevos hábitos y tiempos de recarga, muy distintos de los repostajes tradicionales en modelos de gasolina o diésel.

La carga de coches eléctricos e híbridos enchufables puede realizarse en el domicilio, el lugar de trabajo o en puntos de carga públicos. Sobre todo en el último caso, la duración de la recarga es un aspecto que preocupa a muchos usuarios. Llenar la batería de un coche sin emisiones puede variar considerablemente en función de varios factores.

De qué depende la duración de una carga eléctrica

Uno de los puntos clave es la capacidad de la batería del vehículo. Cuanto mayor sea, más autonomía proporcionará, pero también tardará más tiempo en cargarse. Por ejemplo, una batería de 70 kWh puede necesitar aproximadamente una hora para recuperar el 80% de su capacidad en un cargador rápido de 50 kW. En contraste, una batería más pequeña, de 35 kWh, necesitará la mitad de ese tiempo para alcanzar el mismo nivel de carga.

Otro aspecto crucial es el estado de carga de la batería en el momento de iniciar la recarga. Una batería completamente descargada exigirá más tiempo y (aunque esto resulte obvio) se trata de un factor es esencial para planificar los tiempos de recarga y evitar esperas innecesarias.

Coches eléctricos: potencia de carga

La potencia del cargador utilizado también influye significativamente en la duración de la recarga. Los cargadores domésticos ofrecen potencias que van desde 3,45 kW hasta 22 kW, mientras que los cargadores públicos rápidos pueden proporcionar desde 43 kW. Los supercargadores, como los de la red Ionity, pueden alcanzar hasta 350 kW, reduciendo considerablemente el tiempo de recarga.

Sin embargo, no todos los coches están preparados para soportar la potencia máxima de carga. Por tanto, un puesto ultrarrápido no siempre transmite toda la energía a la batería del vehículo. Además, el tipo de cable de conexión utilizado puede afectar el proceso de recarga. Es fundamental utilizar un cable adecuado que soporte la potencia suministrada por el cargador, ya que un cable inadecuado puede prolongar innecesariamente el tiempo de recarga.

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