A finales de 2015 Citroën sorprendió a todo el mundo con el renacimiento de un coche mítico en su historia, el Citroën E-Mehari. Para más inri, el modelo volvía a la vida respetando su esencia original: un vehículo para el ocio. Eso, en su nueva vida, supuso ciertas limitaciones, ya que su carrocería tipo buggy con techo de lona lo relegaba a ambientes playeros muy concretos, algo que su nueva actualización consigue cambiar.
Una de las principales novedades de 2018 es la incorporación de una variante Hard Top, es decir, con techo duro. Se trata de una cubierta rígida que se encaja entre los arcos de protección y además trae consigo ventanillas para las puertas delanteras y cristales para las traseras y la zaga. El sistema se asocia al cierre centralizado para que sea inaccesible desde el exterior y mejore tanto el aislamiento acústico como el térmico.
Su carrocería sigue siendo de plástico termoformado, por lo que resiste los golpes y resulta fácil de limpiar. El modelo permite elegir cuatro colores exteriores, dos para el techo flexible y uno para el rígido, siempre con llantas de diseño Give me five de 15 pulgadas.
En el habitáculo hay dos ambientes diferentes, con tapicerías beis o naranja. Los asientos delanteros son nuevos y regulables en altura, el salpicadero ha sido rediseñado y se suman nuevos huecos portaobjetos con capacidad para 78 litros (el maletero es de 200). Además, el sistema Easy Entry facilita el acceso a las plazas traseras y el equipo de audio tiene conectividad Bluetooth, mando a distancia y toma USB.
Continúa empleando un motor eléctrico de 50 kW (68 CV) y un par 140 Nm que puede subir de manera puntual hasta los 160 Nm. Su autonomía según el ciclo NDEC es de 195 kilómetros, por lo que el alcance real estará entre los 140 y los 150 kilómetros. La recarga de su batería tarda 16 horas en una toma de 10 smperios y se reduce a 10 utilizando instalaciones de 16 amperios.
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