El incendio de un coche enchufable en un garaje de Alcorcón, Madrid, en el que han fallecido dos bomberos y otro ha quedado en estado crítico, ha reavivado una duda recurrente relacionada con los modelos de baterías: ¿los modelos eléctricos se incendian más?
Para dar respuesta a la incertidumbre, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España y Portugal (AEDIVE) elaboró hace unos meses un informe en colaboración con empresas e instituciones especializadas con una conclusión principal: las baterías de los eléctricos provocan muchos menos incendios que los vehículos de combustión. Los híbridos autorrecargables están por delante de ambos.
Con este estudio, la asociación quería desmentir la extendida creencia popular que afirma lo contrario: los coches eléctricos arden con facilidad y sus fuegos son casi imposibles de sofocar. AEDIVE reconoce que las baterías de iones de litio presentan riesgos de incendio, pero estos pueden “eliminarse o controlarse” mediante un diseño adecuado, el uso de sistemas avanzados de supervisión y la adopción de medidas de seguridad rigurosas.
La probabilidad es menor
Según el informe, la probabilidad de que un vehículo eléctrico se incendie “es menor que la de un vehículo de combustión en relación con el número total de vehículos”. Un estudio de la Agencia Sueca de Contingencias Civiles respalda esta afirmación: los coches eléctricos tienen 20 veces menos probabilidades de incendiarse que los automóviles de gasolina y diésel.
Con datos corroborados por la aseguradora estadounidense AutoinsuranceEZ, ese estudio descubrió que los vehículos eléctricos sufren 25 incendios por cada 100.000 unidades vendidas, mientras que los vehículos de gasolina o diésel experimentaban 1.530 incendios. Por encima, los vehículos híbridos acumulan 3.475 incendios por cada 100.000 unidades.
Cómo apagar el incendio de un coche eléctrico
La Asociación Alemana de Bomberos (DFV), por su parte, sostiene que “ni la probabilidad de incendio ni el alcance de los daños aumentan con los vehículos eléctricos”. Esa afirmación la incluye en un artículo técnico reciente la compañía DEKRA, especializada en ensayos de seguridad, certificación e inspección.
En ese texto, el mayor operador del mundo de inspecciones técnicas de vehículos (ITV) recuerda que las baterías de iones de litio “tienen que estar expuestas al calor o a daños mecánicos significativos durante un largo periodo de tiempo” para causar un incendio espontáneo, citando al Seguro Social Alemán de Accidentes.
Una vez declarado el fuego, sin embargo, extinguirlo puede resultar más complicado que en un coche de propulsión convencional: las baterías de alto voltaje suelen ir dentro de una carcasa impermeable. “En el caso de una batería de iones de litio intacta o sólo ligeramente dañada, el agua de extinción no puede llegar al foco del incendio”, dice el DGUV.
La “refrigeración externa tampoco es muy eficaz, ya que las celdas están aisladas térmicamente de la carcasa exterior”. La solución parece el uso de equipos especializados, como las lanzas de extinción para baterías, con las que el extintor puede introducirse en la batería.
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