¿Cuántos años pueden durar las baterías de los coches eléctricos actuales?

Un análisis de las baterías de casi 5.000 vehículos eléctricos revela una degradación un 22% menor que hace cinco años.

Duración baterías

Si no se cargan al 100%, las baterías durarán más.

El estado de las baterías de los vehículos eléctricos repercute de forma directa en la autonomía máxima útil y real, así como en el valor del vehículo.

Y su degradación es un proceso habitual que sufren todas las baterías del mundo, sea cual sea el dispositivo que alimentan. Pero en el caso de los coches eléctricos, esta pérdida de capacidad para almacenar energía cobra especial relevancia.

¿Cómo ha sido el estudio?

La compañía especializada en soluciones de transporte conectado, Geotab, ha analizado las baterías de casi 5.000 vehículos eléctricos de flotas y particulares para conocer cuál es su grado de degradación actual. Y como ya lo hizo hace unos años, también se ha podido comparar con el registrado hace años.

El resultado principal que ha revelado este estudio es que las baterías actuales se degradan, de media, un 1,8% al año, lo que significa un 22% menos que en 2019. Y es que en aquel año, Geotab detectó que la degradación se situaba en el 2,3%.

Con estos datos encima de la mesa, la mayoría de las baterías durarán 20 años o más, es decir, más que la vida útil del propio vehículo. Y es que si se degrada ese 1,8% anual, su capacidad será superior al 80% al cabo de 12 años, lo que suele superar la vida útil habitual de un vehículo de flota.

Al cabo de 12 años, la media es que las baterías tengan más de un 80% de capacidad.

Otras conclusiones de lo más interesantes

En este estudio también se detectó que los vehículos conducidos en países con altas temperaturas muestran una degradación más rápida del estado de la batería.

En esta clasificación de climas cálidos, entran aquellos países en los que más de cinco días al año la temperatura es de 27 grados o más, es decir, España, claramente.

Además, si se suele recargar con carga rápida con corriente continua o CC, esto implica altas corrientes que dan como resultado altas temperaturas, dos factores que suponen un esfuerzo sobre las baterías y un desgaste también más acelerado.

En verano, la temperatura puede hacer que el coche no cargue al máximo de su capacidad.

Por lo menos, el informe también revela que los vehículos con un uso intensivo no mostraron una degradación estadísticamente superior de la batería.

¿La moraleja? No hay que tener miedo a utilizar los vehículos eléctricos en ciclos de trabajo intensivos. Siempre que se encuentren dentro de su autonomía diaria, la duración de la batería no se verá afectada. No obstante, si el uso intensivo requiere cargas rápidas con CC habituales, esto sí que provocará que la capacidad de la batería disminuya más rápido de lo normal.

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