El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima impone un parque de tres millones de vehículos eléctricos circulando por España en 2030. Un objetivo ambicioso en todos los sentidos, que requiere de esfuerzos generalizados del sector, pero también un crecimiento adecuado de la red de recarga disponible para los automovilistas.
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Existen en la actualidad en el país 11.517 puntos de recarga de acceso público, con ratio de 245 por cada millón de habitantes que coloca a España muy lejos del promedio europeo de 573. Una carencia significativa que urge resolver con una estrategia bien definida, que es lo que plantean la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y Faconauto, la patronal de los concesionarios, a través del denominado ‘Mapa de despliegue de puntos de recarga de acceso público para vehículos eléctricos’.
Ambas asociaciones han desarrollado una metodología que sirve para planificar y monitorizar anualmente el nivel cuantitativo y cualitativo de esta imprescindible expansión. Se tienen en cuenta criterios como cuota de vehículos eléctricos por provincias, la población motorizable y el PIB de cada provincia, para definir a continuación las necesidades recarga con tres ratios: un punto de 50 kW por cada centenar de eléctricos puros; otro de 150 kW por cada mil vehículos eléctricos y un tercero de 250 kW por el siguiente millar de ellos. Además, se incluye en la previsión la necesidad de infraestructura de alta potencia, por encima de los 250 kW, en los principales corredores de la Red de Carreteras del Estado.
Con toda esta información, el análisis permite definir objetivos año a año hasta esa meta del 2030 y alcanzar así la infraestructura necesaria para dar servicios a los tres millones de vehículos eléctricos cuantificados para entonces. ANFAC y Faconauto han planteados hitos intermedios que deben servir de referencia para el desarrollo del plan. En concreto, 70.000 puntos de recarga de acceso público para 2023, 120.000 para 2025 y, finalmente 340.000 en 2030.
Las dos asociaciones consideran esencial el establecimiento de una hoja de ruta por parte del Gobierno, con objetivos vinculantes, para hacer frente al desafío. Además, creen imprescindible un órgano de gobernanza único para coordinar este despliegue y medidas urgentes para hacer frente a las trabas administrativas y regulatorias que dificultan la puesta en marcha de un punto de recarga.
Objetivos comprometidos
En caso contrario, de mantenerse el crecimiento actual de matriculaciones de eléctricos, los objetivos descarbonización de la movilidad estarán “totalmente comprometido”. Su complimiento pasa por multiplicar por ocho la venta de turismos sin emisiones para alcanzar una cuota de mercado del 40%, así como multiplicar por 30 el número de puntos de recarga públicos.
José López-Tafall, director general de ANFAC, explicó la trascendencia de la propuesta presentada desde las asociaciones: “Es necesario seguir trabajando en este gran proyecto-país de la movilidad del futuro. La metodología que hemos elaborado es una propuesta constructiva y concreta para ayudar a cumplir los objetivos de descarbonización y electrificación en España, y un ejemplo más del compromiso que tiene la industria con el país y la movilidad sostenible”.
Por su parte, Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de Faconauto, recuerda que las carencias en infraestructuras suponen un serio escollo para la expansión del vehículo eléctrico en España: “Eliminar las barreras de entrada de los ciudadanos al vehículo eléctrico ha de ser una prioridad para los sectores que estamos involucrados en su impulso y también para las Administraciones Públicas. Las cifras nos dicen que, hoy, una de las más importantes es la falta de una red pública de puntos de recarga numerosa y suficientemente extendida por toda la geografía de nuestro país”.
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