No había otra solución y el envejecimiento de su clientela ha forzado la decisión. Mercedes ha decidido por fin abandonar el encorsetado traje de marca clásica y conservadora cada vez más alejada de las nuevas generaciones para vestirse con un look más desenfadado, musculoso y acorde con los nuevos tiempos. Y el Clase A 2012 es el icono del cambio, su nuevo elixir de juventud.
El compacto de la marca de la estrella destaca por su deportividad, tanto en la imagen como en la conducción, mantiene la calidad y el confort que distinguen a todos sus productos, y ofrece unos motores muy eficientes y un equipo de seguridad a la última. Llegará a España el 20 de septiembre con unos precios desde 25.500 euros. Y se desplegará con una completa familia de modelos que incluirá un cupé (CLA) en verano de 2013, un todoterreno compacto (GLA) similar al Audi Q3 y un Cabrio (ambos en 2014). No contará con carrocería de tres puertas, pero en 2013 saldrá una versión deportiva A45 AMG, con motor cuatro cilindros turbo, 330 CV de potencia y tracción 4×4.
El Clase A salió en 1997 y aparte de ser el primer utilitario de Mercedes, tenía como objetivo aumentar las ventas de la marca y sobre todo rejuvenecer la clientela. Lo primero lo consiguió: se vendieron más de dos millones entre las dos primeras generaciones. Lo otro no: triunfó como segundo coche en familias con cierto poder adquisitivo, pero no logró seducir a los jóvenes.
El nuevo modelo cambia de formato para resolver el reto y abandona la línea monovolumen de los Clase A anteriores para crecer en tamaño y competir con los modelos compactos de prestigio. Así, ahora mide 4,29 metros de largo, 10 centímetros más que el VW Golf. Pero es 16 centímetros más bajo que el Clase A anterior, y adopta una línea más convencional y deportiva para competir con las propuestas exclusivas de su categoría: BMW Serie 1 y Audi A3, y también el nuevo Volvo V40. Y es que ha nacido con la aspiración de restarles un tercio de sus ventas.
Para cumplir este objetivo reúne todos los ingredientes necesarios: línea deportiva y moderna, interior atractivo, conducción dinámica y divertida, calidad de conjunto, mecánicas eficientes y sistemas de seguridad a la última. Y aunque mantiene unos precios altos, no resultan prohibitivos y están a la altura de los sus rivales.
En la línea destaca el capó delantero alargado, que integra una parrilla muy moderna y refresca la imagen de la marca de la estrella. El lateral lleva los nervios laterales marcados y añade una zaga corta con el portón inclinado hacia delante. Y el conjunto presenta un aspecto musculoso, con mucha chapa y poco cristal, que transmite solidez, aunque la silueta parece un poco pesada. Sin embargo, lo mejor es la aerodinámica (CX: 0,27) récord en su tamaño y de gran ayuda para reducir el consumo. El interior mantiene el mismo estilo deportivo y vistoso, con materiales y acabados de calidad y un salpicadero y una instrumentación resueltos con clase. Destacan las tres salidas centrales de la climatización y toda la gama española incluirá volante y pomo del cambio en cuero. En cambio, no resalta por su amplitud: delante tiene unos asientos grandes y cómodos, pero atrás es fácil tocar con la cabeza en los pilares laterales de la carrocería, porque van muy cerca; tampoco sobra espacio para las piernas si se mide más de 1,80 metros; y el maletero, 341 litros, se sitúa en la media de estos coches.
Sí sorprende por su comportamiento dinámico y estabilidad, porque es ágil, eficaz y preciso en las curvas, y convierte la conducción en un placer: obedece al volante con absoluta dulzura y transmite mucha seguridad. Además, las suspensiones filtran todo con esa mezcla de suavidad y consistencia que caracteriza a las berlinas de Mercedes y añade una insonorización impecable que apenas deja oír la mecánica y una calidad de rodadura sobresaliente.
La gama contará con cinco motores, todos eficientes, con Start&stop de serie y cambios manuales de seis marchas. La versión básica será el 180 CDi (25.500 euros, 3,8 litros de media y 98 g/km de CO2), con el motor 1.5 dCi de 109 CV de Renault (las dos marcas se han aliado para compartir mecánicas) y cambio manual de seis marchas. Pero es más interesante el 180 CDi automático: lleva un motor 1.8 de Mercedes, también de 109 CV, pero con cambio secuencial de doble embrague y siete marchas. Esta mecánica dejará de ofrecerse en cuanto se termine de adaptar la caja de cambios automática (7G-DCT) al motor 1.5 dCi de Renault. Además, está el 200 CDi de 136 CV (29.500), que consume igual que el 180 Automático (4,1 litros y 109 g/km). En gasolina se ofrecen el 180 de 122 CV (25.800) y el 200 de 156 CV (29.500), que gastan igual (5,4 litros y 143 g/km). Y por encima se sitúa el 250 Sport de 211 CV (24.650, 6,1 litros y 143 g/km). Los precios no incluyen la subida del IVA.
Toda la gama incluye un equipo de serie bastante completo, sobre todo en seguridad: siete airbags, uno de rodilla para el conductor, ABS, control de estabilidad ESP y el nuevo sistema de alerta anticolisión Attention Assist, que avisa con una luz y un pitido si se supera la distancia de seguridad con el coche de delante para evitar accidentes por distracciones en atascos y retenciones.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram