El país en el que comprarse un coche diésel o de gasolina es una rareza

La adopción del coche eléctrico es tremendamente variada dependiendo de a qué región del mundo se mire. Pero es que, además, dentro de los grandes mercados próximos entre sí, también hay variaciones enormes. En Europa, sin ir más lejos, mientras algunos países no llegan a los objetivos marcados, hay uno en el que comprarse un coche de combustión es una auténtica rareza: Noruega.

En el país nórdico hace mucho tiempo que apostaron por el coche eléctrico, algo que ha dado sus frutos a niveles con los que la mayoría de mercados no pueden ni soñar. El mejor ejemplo de ello es que, actualmente, se ofrecen más modelos equipados con mecánicas de cero emisiones que coches que monten sistemas térmicos.

Los primeros son ya 177, mientras que los segundos son solo 148. Esto es algo que no ocurre en ningún otro lugar del mundo y que tiene todavía más mérito porque entre esos 148 modelos no solo hay vehículos de gasolina y diésel, también se incluyen todos los tipos de híbridos. De esta manera, incluso las ventas que hay de combustión, en gran parte están electrificadas.

Es algo de lo que ha presumido Christina Bu, Secretaria General de la Asociación Noruega de Coches Eléctricos, en una entrevista con NRK, en la que ha declarado: “Somos un mercado que recibe constantemente nuevos modelos de coches eléctricos, y a menudo los primeros”.

Es algo que tiene sentido ya que las marcas, aunque el noruego sea un mercado relativamente pequeño, saben que es donde más posibilidades tienen de vender sus modelos de cero emisiones.

Caminos opuestos

Un diagrama que acompaña a la publicación deja muy claro cómo todo esto ha sido un proceso que ha llevado algo más de un lustro. Empezando en 2019, en Noruega se vendían más de 350 modelos de coches con motores de combustión y los eléctricos no llegaban ni a 40. Sin embargo, desde ese punto las gráficas de uno y otro son totalmente opuestas.

A principios de 2022 los EV ya alcanzaron el centenar y los térmicos bajaron de los 300. En 2024 ya estaban bastante parejos y en 2025 se ha producido el sorpasso. Cabe señalar que no ha sido tanto por un aumento exagerado de modelos eléctricos, si no porque, a la par que estos han crecido de manera constante, la oferta de los de combustión se ha recortado de manera considerable.