Cumplir con el pago de los impuestos es parte de las obligaciones de los ciudadanos. No obstante, algunos se resisten a ello y las autoridades buscan la manera de incentivar a la población. En México, por ejemplo, han optado por una rifa que tenía como premio dos modelos de Tesla. La idea era buena, pero nada salió como se esperaba.
El pasado mes de enero, en Santa Catarina, una localidad situada en la Zona Metropolitana de Monterrey donde está contemplada la instalación de una gigafactoría de Tesla, anunciaron que sortearían un par de coches eléctricos entre todos los ciudadanos que pagasen su predial a tiempo.
El predial es como el impuesto de bienes inmuebles (IBI) de España. Es, por lo tanto, una tasa que deben pagar los propietarios, usufructuarios, concesionarios o titulares de un derecho de superficie de cualquier bien inmueble. El plazo disponible era desde el 1 de enero hasta el 6 de febrero: un día después se celebraría el sorteo.
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La rifa se llevó a cabo y los ganadores de los Tesla Model 3 fueron un vecino y una vecina. La ceremonia de entrega se retransmitió en directo a través de Facebook, se grabó en vídeo y también se llevó a cabo el pertinente reportaje fotográfico con los afortunados y el alcalde, Jesús Nava
Patricia Ruiz, una de las dos personas ganadoras, denunció que la entrega de su Tesla sólo se hizo “por la foto”. ¿La razón? Minutos después de haberle entregado las llaves del coche eléctrico, se las quitaron y le negaron la propiedad del vehículo.
No cumplía los requisitos
El motivo por el que las autoridades retiraron el Tesla Model 3 a su nueva dueña reside en los requisitos que debían cumplir los participantes. Patricia Ruiz no es titular de la casa en la que vive: era su marido, que falleció en 2021 dejando intestada la vivienda.
Esto significa que no tiene dueño legal y, por lo tanto, no puede ser reclamado, vendido… Para ello, debe llevar a cabo un trámite de sucesión. Las autoridades le dieron un plazo extra, hasta el 18 de marzo, para que presentase un documento con el que pudiera acreditar que ella era la heredera o albacea del inmueble.
Al parecer, no fue tiempo suficiente para realizar el trámite y, finalmente, perdió el Tesla Model 3. La protagonista de este efímero premio declaró que para ella todo esto ha sido “una burla” y que se siente molesta, ya que si la hubieran avisado no habría ido a la entrega del coche.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.