Iberdrola y BP Pulse se han asociado en la creación de una nueva empresa conjunta con la intención de desarrollar lo que denominan “la red de recarga eléctrica de alta velocidad más extensa de la península ibérica”. Se trata de un paso más en la estrategia de ambas compañías para ofrecer las mayores facilidades a los usuarios de vehículos sin emisiones en España y Portugal, así como refrendar una apuesta firme por la descarbonización de la movilidad.
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La empresa tendrá sedes en Madrid y Oporto, planteándose unas inversiones de 1.000 millones de euros para el despliegue de 5.000 nuevos puntos de recarga hasta 2025 y 11.700 hasta 2030. En la actualidad, su oferta conjunta es de 300 cargadores operativos de velocidad rápida (mas de 50 kW) y ultrarrápida (más de 150 kW). Todos ellos contarán con la certificación de origen renovable de su energía.
Pablo Pirles, de Iberdrola, estará al frente del proyecto como director general y ha explicado su objetivo de democratizar este servicio: “Con esta alianza buscamos hacer accesible la carga pública ultrarrápida para todos los ciudadanos, ya que la alta velocidad de nuestra red nos permite obtener autonomía de hasta 200 kilómetros en solo unos minutos de carga. Queremos promover el despegue definitivo en el uso de vehículos eléctricos, y además lo hacemos con energía 100% renovable, contribuyendo a acelerar la transición energética”.
Iberdrola aportará a la sociedad toda su experiencia en servicios de movilidad integrales para los usuarios de vehículos eléctricos, que van desde la carga residencial a soluciones para el transporte urbano o pesado, pasando por aplicaciones en la empresa o puestos de carga públicos.
BP Pulse, por su parte, cuenta con una red de 1.300 estaciones de servicio entre España y Portugal, que se utilizarán como ubicación para centros de carga accesibles a conductores de coches eléctricos en condiciones de seguridad óptimas y relacionados con otros servicios adicionales.
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