En España, cada vez que un usuario llena el depósito de su coche, paga una cantidad considerable en impuestos. El impuesto especial sobre hidrocarburos, junto al IVA, supone una parte importante del precio final de la gasolina y el diésel. Aunque el monto exacto puede variar ligeramente con el tiempo y según el tipo de combustible, se estima que alrededor del 60% del precio de la factura en la gasolinera corresponde a impuestos.
La recaudación por concepto de impuestos a los combustibles fósiles representa una fuente de ingresos significativa para el Estado. Estos fondos se destinan a diferentes partidas presupuestarias, como el mantenimiento de las infraestructuras viarias, el transporte público y otras políticas energéticas. Sin embargo, esta elevada carga fiscal sobre los carburantes ha generado debates sobre su impacto en la economía, el medioambiente y el bolsillo de los consumidores, especialmente en momentos de crisis energética.
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Si la hoja de ruta de la Comisión Europea que pide terminar con los motores de combustión interna para el año 2035 sigue con paso firme, los países miembros de la UE deberán gravar las recargas eléctricas para compensar la pérdida de riqueza que les otorgaban los combustibles fósiles. Por ejemplo, en España, entre Comunidades Autónomas y Gobierno Central, recaudan alrededor de 25.000 millones de euros al año por este concepto.
Los primeros en cobrar
Hace unas horas se ha conocido que el estado de Wisconsin (Estados Unidos) va a implementar a partir del 1 de enero de 2025 un nuevo impuesto especial a la carga de vehículos eléctricos. Según lo estipulado por la Ley 121 de Wisconsin de 2023, se debe pagar un impuesto especial de tres centavos por kilovatio/hora sobre la electricidad entregada o colocada en la batería u otro dispositivo de almacenamiento de energía de un vehículo eléctrico.
Además, también se pagará este impuesto por un cargador de Nivel 3, un cargador de Nivel 2 o Nivel 1 instalados a partir del 22 de marzo de 2024 en estaciones de carga para vehículos eléctricos. Las autoridades están pidiendo a los propietarios, operadores, gerentes o arrendatarios de las estaciones de carga que se registren en la oficina de hacienda (Department of Revenue) de Wisconsin para controlar y cobrar este impuesto especial a la electricidad.
Cargadores residenciales
La nueva normativa sobre impuestos a la carga de vehículos eléctricos en Wisconsin establece que el impuesto de matriculación y de consumo se aplicará a todas las estaciones de carga, sin importar si son de uso público o privado. Es decir, tanto las estaciones de carga en hoteles como las instaladas en negocios o espacios abiertos estarán sujetas a este impuesto. Esta medida busca generar ingresos para el mantenimiento de las infraestructuras viales, pero también fomentar la equidad en el pago de impuestos entre los usuarios de vehículos eléctricos y de combustión interna.
Sin embargo, la ley establece una excepción importante: las estaciones de carga residenciales, con la excepción de los hoteles, están exentas de este impuesto y registro. Esto significa que los propietarios de vehículos eléctricos que instalen cargadores en sus hogares no tendrán que cumplir con estos nuevos requisitos fiscales. Esta medida busca incentivar la adopción de vehículos eléctricos a nivel doméstico y reducir la barrera de entrada para los consumidores que deseen realizar esta transición.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.