Todos son coches grandes de marcas premium y tienen interiores muy cuidados. Ofrecen unas plazas delanteras muy cómodas, con butacas amplias y envolventes, y la diferencia está en las de atrás.
Los cuatro permiten alojar cinco adultos sin agobios, pero el BMW es el más cómodo, tanto por anchura como por altura y espacio para las piernas: el diseño del asiento aprovecha mejor los extremos. Y solo el túnel central molesta en los pies del pasajero del centro, pero ocurre en todos.
Los demás son también desahogados en altura y la zona de las rodillas, pero con unos respaldos traseros más estrechos que no aprovechan el espacio hasta las puertas. Y resultan incómodos para los pasajeros de los lados si van tres personas.
Por lo demás, el Q5 puede incluir unas plazas traseras deslizantes opcionales. El Jaguar ofrece el mejor maletero, según nuestras mediciones, a pesar de llevar rueda de emergencia. Le siguen el BMW, que incluye un pequeño doble fondo, y el Audi y el Mercedes. El último, al igual que el X3, no lleva rueda de recambio, pero ofrece un doble fondo muy aprovechable. Y tiene también los mejores huecos.
En los acabados, todos son elegantes por dentro, pero el Q5 aporta el ambiente más sofisticado y una calidad de materiales y ajustes excelente. El X3 mantiene su estilo tradicional, con buenos plásticos y unos ajustes muy buenos, y el Mercedes está a gran nivel, aunque con una instrumentación algo triste que no está a la altura del resto. Y el Jaguar se sitúa un poco por detrás en la puesta en escena, con plásticos más austeros, una pantalla discreta y un ambiente más sobrio y moderado, al menos en esta versión básica.
Todos tienen suspensiones muy cómodas que filtran bien, aunque las del X3 y el F-Pace son algo más enérgicas. Y resultan muy silenciosos en mecánica y rodadura, pero con un motor más ruidoso en el Jaguar.
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