Cinco curiosos trucos para arreglar fallos del coche con una pastilla de jabón

Aunque no sean averías que corra prisa solucionar, con el paso del tiempo el coche puede sufrir pequeños desgastes que se convierten en inconvenientes. Algún ruido raro sin gravedad, chirridos u olores extraños pueden incomodar al conductor y pasajeros.

Hay veces que para arreglar estos pequeños inconvenientes del día a día de un coche no es necesario pasar por el mecánico. Utilizando productos caseros se pueden conseguir muy buenos resultados por un precio irrisorio.

Por ejemplo, una simple pastilla de jabón tiene cinco curiosas aplicaciones que pueden mejorar la experiencia de conducción en el propio coche. Parece mentira, pero merece la pena probar: no hay nada que perder y mucho ganar. Ninguna de estas aplicaciones ni trucos dañará ningún elemento ni componente del coche.

Una pastilla de jabón como solución

Los dos primeros usos de una pastilla de jabón en el coche son para solucionar ruidos y chirridos. Por ejemplo, si se nota que la goma de la puerta hace un sonido extraño al cerrarla, bastará con pasar la pastilla de jabón para solucionarlo.

Igualmente, si la puerta chirría al abrirla o cerrarla, habrá que frotar la pastilla justo en la bisagra, ejerciendo un poco de fuerza para impregnar el metal con el jabón. Esto suavizará el mecanismo y eliminará el chirrido.

Otros dos trucos están relacionados con los cristales y espejos del coche. Cuando llueve, las gotas tienden a quedarse posadas en los espejos retrovisores. Si se pasa una pastilla, con cuidado de no dejar restos de jabón en la superficie, este hará como repelente para el agua.

Si, por otro lado, el problema es que los limpiaparabrisas no limpian bien el cristal, pasar la pastilla de jabón por la superficie de la luna facilitará que las gomas se deslicen y hagan mejor su trabajo.

Por último, si dentro del coche hay algún olor raro o desagradable, se puede coger una pastilla de jabón con una fragancia fuerte y, sin sacarla de la caja de cartón, hacerle unos agujeros y dejarla en el habitáculo. Poco a poco, la fragancia de la pastilla se irá dispersando, camuflando el mal olor.