La nueva insignia de Citroën es la décima evolución en la historia de los famosos ‘chevrones’ y abre una nueva etapa en la compañía. La razón de este cambio de imagen corporativa es que marca el inicio de una era en la que Citroën va a transformarse en un proveedor global de movilidad.
Por el momento, este nuevo logo se ha mostrado con una imagen digital. Pero como aclaran los responsables, se estrenará físicamente en el inédito prototipo de un modelo familiar que se desvelará al público en pocos días. Y la imagen irá acompañada de la nueva consigna de la firma: Nothing moves us like Citroën (nada nos mueve como Citroën, en inglés).
Más adelante, a mediados de 2023, el nuevo emblema se empezará a incorporar en todos los modelos que lance la marca.
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La actualización de imagen también se extenderá a los entornos digitales de la red de concesionarios y demás ramas corporativas.
Azul Montecarlo
La última renovación estética bebe en las propias fuentes de Citroën, ya que retoma un diseño que comenzaron a lucir sus modelos a principios de los años veinte del siglo pasado: un óvalo que contenía en su interior los famosos símbolos que han distinguido siempre a los vehículos de la marca francesa.
Y no será lo único que recuperará Citroën de sus raíces. Algunos clientes pronto verán sus coches decorados con colores que marcaron toda una época de la marca, como el característico azul Montecarlo. Este tono vistió en su día tanto al popular Dos caballos como al señorial DS.
El logotipo de Citroën surgió inspirado por los chevrones, representativos de una primitiva fábrica de engranajes que daría origen a una marca que ahora cumple 103 años.
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