Las altas temperatura han llegado bruscamente y se instalan para dominar al menos los próximos días. Desplazarse al trabajo, viajar o salir de vacaciones se hace más penoso para los automovilistas. Estos son algunos consejos para afrontar con éxito la temporada con más calor del año.
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1. Es muy importante que nuestro vehículo esté en perfectas condiciones. Su motor es el primero que sufre las altas temperaturas y por ello el líquido refrigerante debe estar bien y en su nivel para garantizar una temperatura óptima de funcionamiento. Lo mismo puede decirse del aceite, que también cumple una importante función refrigerante de las partes móviles del motor. Es asimismo recomendable revisar el aire acondicionado, las pérdidas de gas en su circuito disminuyen o anulan por completo el enfriamiento del sistema. Y si se va a afrontar un viaje largo, será obligado también hacer una revisión general (frenos, neumáticos, etc.) antes de hacerse a la carretera.
2. La condición física de conductor y ocupantes es también muy importante para afrontar las temperaturas extremas. Un buen descanso y una buena hidratación serán indispensables para aguantar viajes bajo esas condiciones. Beber con frecuencia y realizar paradas para descansar serán garantías de no sufrir los rigores del verano. Y el conductor no debe olvidar unas buenas gafas de sol para proteger los ojos del efecto nocivo para la vista de sus rayos y de los deslumbramientos.
3. El aire acondicionado se hace indispensable en esta época. Pero hay que saber utilizarlo bien para sacarle todo el partido. Antes que nada hay que tener en cuenta que su funcionamiento puede elevar hasta más de un tercio el consumo de combustible. Antes de conectarlo es conveniente evacuar el aire caliente del interior del coche abriendo las ventanillas circulando a baja velocidad. Después, cerrarlas completamente y conectar el aire a una temperatura como máximo 10º por debajo de la ambiental en el exterior.
Lo recomendable es mantener en el coche una temperatura de entre 22º y 24º para evitar cambios bruscos y padecer patologías derivadas de una temperatura demasiado baja como enfriamientos o irritaciones de las mucosas. También es importante orientar bien las toberas de salida de aire acondicionado para que no nos dé directamente en la cara o en el pecho.
Hay que tener especial cuidado con los niños más pequeños y los ancianos, más sensibles a los cambios bruscos de temperatura y a la deshidratación. Y también con las mascotas, que sufren de forma especial con el calor extremo y la falta de ventilación.
4. Es recomendable adaptar los hábitos de conducción a las condiciones de calor. Por ejemplo, algo tan simple como salir más temprano y volver más tarde sirve para evitar las horas de máximas temperaturas. Llevar siempre bebida, preferiblemente agua, y beber pequeñas cantidades con frecuencia será muy conveniente en viajes largos para evitar la fatiga.
También es preferible vestirse con prendas sueltas y cómodas, que no opriman el cuerpo, evitando los tejidos sintéticos en favor del algodón. Y no conducir nunca descalzo o con chanclas. Además de estar prohibido es muy peligroso al no poder accionar con precisión y rapidez los pedales.
5. Finalmente es necesario adaptarse a los inconvenientes de la circulación estival. Los desplazamientos masivos y el intenso tráfico en lugares de veraneo bajo el calor extremo aconsejan paciencia y prudencia para evitar un accidente que puede estropear unas vacaciones.
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