Millones de personas se preparan para los desplazamientos navideños. Y aparte de la propia preparación del viaje y los atascos, entre las preocupaciones de los conductores aparece una destacada: el gasto en combustible. Los viajes largos obligan a llenar el depósito, así que viene bien recordar algunos trucos que servirán para ahorrar gasolina de forma significativa. Y, además, son sencillos y eficaces.
Elegir bien la gasolinera
Cerca de casa los conductores conocen las gasolineras más baratas, de las que se ha hablado largamente. No cuentan con tiendas ni añaden servicios, y sus combustibles no cuentan con los aditivos más avanzados, pero el combustible base es el mismo en toda España y, por lo general, el de las gasolineras más económicas incluye los aditivos de la compañía logística Exolum. No se trata de recorrer decenas de kilómetros para repostar, pero a veces merece la pena desplazarse un par de kilómetros para repostar en la estación de servicio más barata.
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Elegir el momento adecuado
No conviene repostar en cualquier ocasión: los precios del combustible varían constantemente por múltiples factores, no siempre ligados al coste del crudo. Las propias gasolineras y compañías petroleras ajustan sus tarifas según la demanda. Repostar a principios de semana suele ser más económico que hacerlo en fin de semana, cuando el tráfico aumenta. Esta lógica también aplica en fechas clave como las operaciones salida.
Cómo repostar correctamente
Al llenar el depósito, es mejor presionar el gatillo de la manguera solo a media fuerza. Si se aprieta al máximo, se generan más vapores y aumenta la evaporación. Al terminar, sin accionar el pulsador, conviene girar la boquilla para aprovechar el combustible que queda. No supone un gran ahorro, pero todo suma.
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No apurar el depósito
Circular con el depósito casi vacío no es buena idea. Además del riesgo de quedarse sin gasolina ante cualquier imprevisto (gasolinera cerrada, atasco, desvío), el exceso de aire en el tanque favorece la evaporación. Por si fuera poco, cuando el nivel es muy bajo, la bomba puede aspirar sedimentos acumulados en el fondo.
Reducir el peso innecesario
En vacaciones es normal cargar el coche más de lo habitual, pero no conviene excederse. Una vez en destino, si vas a seguir usando el vehículo, descarga todo el equipaje y retira accesorios como baca, baúl o portabicicletas. Estos elementos penalizan la aerodinámica y disparan el consumo.
Controlar la presión de los neumáticos
Mantener la presión correcta en los neumáticos es clave para la seguridad y el ahorro. Si están bajos, aumenta el rozamiento con el asfalto y el motor necesita más esfuerzo, lo que puede elevar el consumo hasta un 20%. Revisa la presión cada dos semanas y siempre antes de emprender un viaje.
Moderar la velocidad
Además de conducir de forma eficiente, en carretera es fundamental controlar la velocidad. Subir 20 km/h respecto a un ritmo moderado puede incrementar el consumo hasta un 45%. Ajustar la velocidad a valores razonables no solo reduce el gasto, también evita multas.
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