Cómo colocar la baliza V-16 obligatoria: así lo explican la DGT y la Guardia Civil

Quedan 48 días para el cambio legal que exigirá a los conductores, a partir del 1 de enero de 2026, llevar en su vehículo una baliza V-16 conectada con la DGT 3.0. Desaparecen los tradicionales triángulos de emergencia y los nuevos dispositivos serán la única forma legal de señalizar una parada de emergencia en la carretera.

Las luces V-16 conectadas integran en su carcasa una tarjeta SIM que los comunica con la DGT 3.0, la plataforma que aglutina en tiempo real toda la información posible de lo que ocurre en la carretera.

Estas balizas envían un mensaje de activación (100 segundos después del encendido), señalan su posición cada 100 segundos y, por último, notifican la desactivación. La información es anónima.

Los dispositivos deben garantizar una precisión inferior a cinco metros. Esos datos llegan a la DGT 3.0 y de ahí se redistribuyen para que los sistemas de navegación las ofrezcan a los conductores (por medio de Google Maps, Waze, TomTom, Coyote o similares) y la propia DGT informe en los paneles de la carretera.

Cómo colocar las luces V-16

El destello en 360º ha de tener un alcance aproximado de un kilómetro, según exige la DGT, y deben ofrecer una intensidad de luz constante durante al menos 30 minutos. La pila del dispositivo tiene que garantizar una vida útil de 18 meses, y los fabricantes están obligados a ofrecer conectividad gratuita durante un mínimo de 12 años después de la venta.

Pero ¿en qué parte del coche deben colocarse? Para que la visibilidad de las V-16 resulte óptima, la DGT recomienda situar el dispositivo de preseñalización de peligro en el lugar más alto del vehículo, esto es, sobre el techo.

Si esto no fuera posible (en un camión, por ejemplo), la baliza debe ponerse en la zona más alta que se alcance. Los requisitos de homologación de las luces de emergencia exigen que dispongan de un imán con el que sujetarlas en vertical sobre la carrocería.

Tráfico aconseja poner en funcionamiento la V-16 sin salir del vehículo y abandonarlo por puerta más próxima al arcén para alcanzar una zona segura fuera de la calzada. Si no se puede, lo idóneo es permanecer dentro con el cinturón de seguridad abrochado.