El gas licuado del petróleo (GLP) es un combustible que cada vez llama más la atención de los conductores. Solo el año pasado, se completaron cerca de 3.800 transformaciones a GLP en España, según datos proporcionados por la Asociación de Transformadores de Vehículos.
Las razones para transformar el coche a GLP son, principalmente, dos. La primera y más importante es que, gracias a esta transformación, el coche puede obtener la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico. Con las zonas de bajas emisiones más restrictivas que nunca, esta pegatina es primordial para poder circular con libertad.
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Por otro lado, el GLP es mucho más económico que otros combustibles como la gasolina y el diésel. Ahora mismo, mientras que la gasolina SP95 está a 1,63 euros por litro y el gasóleo a 1,50 €/l, el GLP cuesta 0,95 €/l, según los datos de Diésel o Gasolina.
Qué coches se pueden convertir a GLP
Los motores que se pueden convertir a GLP son, principamente, los de gasolina. Técnicamente, los motores diésel también podrían convertirse, pero esta no sería la decisión más acertada. Los vehículos que funcionan con diésel tienen un sistema de inyección del combustible más complejo, por lo que se suele desaconsejar la tranformación. Igualmente, la capacidad de ahorro al repostar es mucho menor con el gasóleo, en comparativa con un gasolina.
No obstante, no todos los motores de gasolina pueden transformarse a GLP. El requisitio es que sean coches con una certificación de emisiones Euro 3 o superior. Es decir, aquellos con la primera matricualción a partir de 2001. Por último, la potencia del motor debe estar por debajo de los 460 CV.
Respecto a la obtención de la etiqueta ECO, los conductores deben saber que no todos los coches que pueden convertirse al GLP pueden lucir este adhesivo. Solo se concede a aquellos que sean Euro 4, Euro 5 o Euro 6. Los Euro 3, pese a soportar el proceso de transformación, no tendrán distintivo medioambiental.
Precio de transformar el coche a GLP
Transformar el coche a GLP no es un proceso extremadamente complicado. No obstante, requiere seguir una serie de pasos para que el procedimiento sea satisfactorio y no dé problemas posteriores.
Los talleres especializados cuentan con kits que de adaptan a todos los coches que se pueden convertir al GLP. El componente principal es el depósito de gas que se añadirá al vehículo y que, habitualmente, ocupa el hueco de la rueda de repuesto. Después, hay que instalar un inyector, válvulas, sensores y filtros específicos para crear el nuevo circuito que llevará el gas desde ese depósito hasta el motor.
También se instala un mando para que el conductor elija con qué combustible desea circular y una centralita electrónica que monitoree el funcionamiento del nuevo sistema de GLP. La transformación no afecta nada al funcionamiento del motor con gasolina ni al resto del vehículo.
El coste de añadir un depósito de GLP a un coche de gasolina es de entre 1.800 y 2.000 euros de media, aunque el precio final depende de diversos factores. La transformación debe efectuarse en un taller cualificado y, después, el conductor deberá acudir a la ITV para homologar la conversión. En la inspección se comprueba que todo el sistema es seguro y se concede la deseada etiqueta ECO.
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