Muchos utilizan su vehículo como un simple medio de transporte. Otros, sin embargo, encuentran en la conducción sensaciones y satisfacciones que van más allá del propio desplazamiento, motivo por el que los automóviles y las motos se convierten en bienes aspiracionales más allá de su funcionalidad.
Para concretar los efectos de la conducción sobre el ánimo de las personas, Abarth ha colaborado con la universidad de Loughborough (Inglaterra) en un estudio que arroja interesantes conclusiones. Se trata de un centro muy reputado en ciencias del deporte, una exigencia fundamental para realizar la comparativa planteada en esta investigación.
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Abarth y la felicidad
Los especialistas de Loughborough monitorizaron a los participantes en el estudio con el fin de comparar los efectos en el ánimo de la práctica deportiva en un gimnasio con la experiencia de la conducción al límite en un circuito.
Para ello recurrieron al control de la frecuencia cardiaca y las expresiones faciales, además de un cuestionario de autoevaluación, de modo que se podían recabar datos equiparables en ambos casos.
La primera conclusión del estudio fue que los participantes eran un 59% más felices después de conducir un Abarth en el circuito británico de Mallory Park que tras realizar una sesión de entrenamiento cardiovascular y de resistencia en las instalaciones de la propia universidad de Loughborough.
El tipo de ejercicio también reveló una influencia relevante en el estado de ánimo de las personas monitorizadas. Así, cuando ser trataba de una rutina cardiovascular, el incremento de la felicidad era del 116% superior al conducir en circuito, mientras que en ejercicios de pesas este porcentaje se reducía hasta el 20%.
Copilotos también felices
Incluso actuando de copiloto, las sensaciones agradables en pista superan a las del gimnasio. Al recorrer el circuito como acompañante de un piloto profesional, los participantes en el estudio mostraron datos relacionados con un estado anímico positivo un 141% por encima de la práctica deportiva. Para ello se evaluaron emociones durante el desarrollo de cada actividad, como la felicidad, la sorpresa, la ira, la tristeza o la excitación.
El doctor Dale Esliger, de la universidad de Loughborough, explica el objeto de esta investigación: “Se conoce ampliamente la importancia de la actividad física, no solo para el bienestar del cuerpo de una persona sino también para su estado emocional.
Sin embargo, sabemos mucho menos acerca de cómo la conducción, específicamente en una pista de carreras, puede afectar el estado de ánimo de una persona”.
Y agrega: “Los datos preliminares indican que, si bien tanto la actividad en la pista como en el gimnasio tuvieron beneficios emocionales positivos, en este caso, la emoción del elemento de conducción en circuito, sin duda, fue más relevante en la mejora del estado de ánimo de los participantes en el estudio”.
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