El sistema de alumbrado es uno de los más importantes en la seguridad activa del vehículo y está compuesto por diferentes tipos de luces. Las luces antiniebla ayudan a conducir con seguridad en condiciones de baja visibilidad, pero no saber usarlas puede ser motivo de multa de tráfico.
Al contrario que las luces largas o cortas, las antiniebla son las que más dudas generan a la hora decidir cuándo encenderlas o apagarlas. Además, existen diferencias de uso entre las antiniebla delanteras y las traseras, lo que puede llevar a confusiones durante la conducción.
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Ahora empieza una de las temporadas del año en la que los conductores se pueden encontrar más bancos de niebla en carretera, por lo que es importante refrescar lo aprendido en la autoescuela para recordar cuándo es obligatorio circular con las luces antiniebla encendidas y cuando es obligatorio apagarlas.
De esta manera, no sólo la circulación será más segura, sino que también se evitará pagar los 200 euros de multa que corresponden a las infracciones relacionadas con el mal uso del sistema de alumbrado del vehículo.
Uso de las luces antiniebla, según la DGT
Hay diversos factores meteorológicos que pueden empeorar la visibilidad en carretera y, por lo tanto, poner en peligro la seguridad vial. Para contrarrestar los efectos de la lluvia, la nieve o la niebla, están las diferentes luces del coche, como las antiniebla, que están pensadas para ser encendidas en momentos muy puntuales.
Además, las antiniebla luces pueden ser traseras, que son obligatorias menos para las motocicletas, y delanteras, que no lo son. Cada una de ellas deberá utilizarse en un contexto u otro y la Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda cuándo.
🌫️ La luz #antiniebla delantera se utiliza día/noche con niebla, lluvia abundante, nieve o polvo.
La trasera es obligatorio encenderla con niebla espesa, lluvia/nevada intensa, humo o polvo densos.
Apágala cuando ya no haya niebla para no deslumbrar.
👉https://t.co/moxJ5vnTIE pic.twitter.com/ssx0BggyKj
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) December 29, 2022
Las luces antiniebla traseras son rojas, más intensas que las de posición, y se usan para ser visibles para el resto de conductores. Hay que conectarlas con niebla espesa, lluvia o nieve densas y nubes de polvo o humo densas, es decir, en circunstancias en la que estos fenómenos dificulten gravemente la visiblidad. Cuando la lluvia o la nieve, por ejemplo, sean ligeras, está prohibido conectar las luces antiniebla bajo amenaza de multa.
Por otro lado, las luces antiniebla delanteras son potentes y sirven para mejorar la visiblidad del conductor. Se utilizan de manera opcional con niebla y lluvia abundante o muy abundante, nevadas o nubes de polvo. Hay que tener cuidado de utilizarlas bien, porque son muy deslumbrantes y, por ejemplo, está prohibido conectarlas solo con lluvia moderada.
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