Se trata de una posición radical en la lucha contra el alcohol al volante: desde 2022, a los conductores que triplican el límite legal permitido en Letonia, se les expropia el automóvil. Ahora, además, estos vehículos se mandan a Ucrania para ayudar a los militares y los sanitarios en la guerra contra Rusia.
El país eslavo se encuentra entre los peores de Europa en términos de alcohol y conducción, con 4.300 casos de conductores con una tasa superior a la permitida en 2022, así que el parlamento decidió tomar cartas en asunto.
Se aprobó que todo aquel que fuera al volante con más de 1,5 gramos de alcohol por litro de sangre, más del triple del límite legal (0,50 g/l, igual que en España), vería requisado su coche. El destino de los vehículos, en un primer momento, era la venta y la recaudación de fondo para el Estado.
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Sin embargo, pronto se cruzó en su camino la ONG Twitter Convoy, puesta en marcha por Reinis Poznaks casi tan pronto como comenzó la invasión rusa a Ucrania. Su objetivo era recaudar fondos para las fuerzas ucranianas, así como enviar vehículos que facilitaran la defensa del país.
Desde que comenzó su actividad, ha conseguido recaudar dos millones de euros, así cómo mandar 1.200 vehículos al país.
Coches para Ucrania
La acción no pasó inadvertida en Letonia, donde vieron una buena causa a la que adjudicar los vehículos confiscados.
El Ministro de Finanzas de Letonia, Arvils Aseradens, contactó con Poznak para llegar a un acuerdo por el que suministrarle automóviles. “Dijimos, bueno, puedes coger esos coches… y [Poznaz] dice: ‘¡Oh, eso es muy bueno!’. Estamos listos para hacer prácticamente cualquier cosa para apoyar a los ucranianos”, sostiene. Aseradens
🇱🇻 🇺🇦 Šodien ceļu uz Ukrainu uzsāka pirmās atomašīnas, kuras turpmāk pa Latvijas ceļiem vairs nestūrēs to bijušie īpašnieki – dzērājšoferi.
8 auto šodien nodoti biedrības «Agendum» rokās, kas tos tālāk nogādās tur, kur tie nepieciešami visvairāk. #StandWithUkraine #KopāArUkrainu pic.twitter.com/OQEyHeYCF7— VID (@vid_gov) March 8, 2023
El fundador de la ONG, por su parte, se sorprendió: “En realidad, da mucho miedo cuando te das cuenta de cuántos coches se conducen por conductores ebrios. Nadie esperaba que la gente condujera ebria tantos vehículos, no pueden venderlos tan rápido como la gente bebe. Por eso se me ocurrió la idea: enviarlos a Ucrania”, ha declarado a Reuters.
Ya se ha enviado la primera tanda, con ocho vehículos, pero el suministro será constante, ya que el Gobierno ha prometido el envío de una docena de automóviles cada semana. Será fácil cumplir con la promesa, puesto que en los dos primeros meses de este año se llegaron a requisar 200 coches.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.