Los viajes largos en coche, tan comunes en verano, pueden provocar mareos, especialmente en los niños. Ese malestar suele acabar en náuseas y vómitos que, muchas veces, terminan manchando la tapicería del vehículo.
La cinetosis, nombre médico de este trastorno, aparece cuando el cerebro recibe señales contradictorias entre lo que ven los ojos y lo que percibe el oído interno. Aunque es más frecuente en coches, también puede darse en barcos, trenes o aviones. Los más vulnerables son los niños, las embarazadas y las personas con tratamientos médicos específicos.
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Los primeros síntomas incluyen sensación de aturdimiento y sudoración fría, que pueden evolucionar rápidamente hacia vértigos, náuseas intensas y vómitos. El origen está en el oído interno, que detecta movimiento, mientras los ojos se fijan en un punto estático, como un libro o una pantalla.
Si alguien vomita en el coche, lo más importante es actuar de inmediato. Una limpieza rápida y eficaz es clave para eliminar tanto las manchas como el persistente olor a vómito que puede impregnar la tapicería si no se trata a tiempo.
Eliminar las manchas de vómito
Antes de iniciar las maniobras de limpieza es muy importante retirar los restos sólidos. Para ello se pueden utilizar desde una espátula de cocina para sacarlo o dos tarjetas rígidas para pinzarlo e incluso bolsas para cacas de perro para agarrar los restos. Así mismo, también se puede recoger el vómito con guantes de goma si no está demasiado líquido y para los trozos más secos, se puede usar papel de cocina. Los pasos siguientes son:
- Secar la superficie. Tras deshacerse de los restos sólidos, se debe emplear un paño absorbente para poder eliminar la humedad. Gracias a esta técnica se consigue que no traspase y se impregne en el tejido o en las espumas del asiento.
- Añadir bicarbonato sódico. Si hay un componente capaz de absorber la humedad e incluso los olores es el bicarbonato. Lo ideal es añadir una pequeña cantidad en el área del vómito y dejar que actúe durante media hora más o menos. Una vez cumplido el tiempo se debe de pasar un aspirador para eliminar todos los restos.
- Enjuagar la zona. La mejor opción para limpiar en profundidad es utilizar agua con vinagre, si la tapicería es textil o agua y bicarbonato si es de cuero. Verter la mezcla en un paño de microfibra, frotar a conciencia y terminar enjuagando con un paño humedecido en agua.
- Dejar secar. El último paso es el más importante. Hay que dejar secar bien toda el área que se ha limpiado. La mejor opción es hacerlo naturalmente, sin emplear, por ejemplo, secadores de pelo. Lo ideal es abrir puertas y ventanas para evaporar la humedad por completo.
Limpiar el vómito en otras superficies
En ocasiones el vómito alcanza otras zonas del automóvil que no son los asientos. Si el accidente sucede en la tapicería que recubre tanto el túnel de la transmisión o como las áreas debajo y en los alrededores de las butacas, lo ideal es seguir los mismos pasos anteriores.
Sí, por el contrario, la mancha cae sobre las alfombrillas, el método de actuación es similar, pero tras dejar actuar al bicarbonato, sería conveniente aclarar con agua a presión de las que dispensan las lanzas de las cabinas de lavado de las gasolineras.
Eliminar el olor a vómito
Si tras acabar con las manchas de vómito el olor persiste en el coche, la mejor solución es volver a esparcir bicarbonato sobre la zona en la que se encontraba la salpicadura y dejar el coche abierto (puertas y ventanillas) durante unas horas. Además, también se pueden situar pequeños recipientes con bicarbonato sódico por el habitáculo, ya que absorben los olores, y en este caso con las puertas y ventanillas cerradas.
Otro buen sistema para eliminar los olores es usar aceites esenciales en el coche. Dejando caer unas gotas sobre la zona o, si se dispone de un difusor/humidificador de dichos aceites, enchufarlo dentro del coche durante al menos media hora. En cualquier caso, si el olor y las manchas persisten, lo mejor es visitar un taller especializado donde un profesional acabará con los restos del vómito.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.