Una línea continua no puede ser traspasada, pisada o rebasada en ninguna circunstancia: así lo establece el artículo 167 del Reglamento General de Circulación (RGC). Su presencia sirve para separar los dos sentidos de circulación, pero ¿qué ocurre si en la parte izquierda hay una salida, una calle o similar?
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Una línea continua en una vía de doble sentido es una señal que anuncia la prohibición de cruzar o invadir el carril contrario: aquí están incluidos los giros a la izquierda. Si en lugar de una hay dos, la restricción es la misma.
El giro a la izquierda tampoco será posible cuando haya una salida, una calle, una gasolinera o un acceso de cualquier tipo. Con esta norma se pretende preservar la seguridad vial de la vía: así se evitan situaciones de riesgo como un choque frontal.
Una infracción grave
Si un vehículo se queda parado mientras espera que se den las condiciones favorables para llevar a cabo el giro, se genera un peligro para los usuarios que llegan en la dirección opuesta. Además, quienes circulan por ese mismo tramo de la carretera puede que tampoco le vean.
Por esta razón, efectuar un giro a la izquierda cuando existe una línea continua está considerado como una infracción de tráfico grave. Así las cosas, la multa que conlleva implica una sanción económica de 200 euros y la pérdida de tres puntos en el carnet de conducir.
¿Se puede girar la izquierda con línea continua?
Un vehículo sólo podrá girar a la izquierda en una vía con línea continua (sencilla o doble) cuando haya un tramo en el que sea discontinua. Eso sí, para efectuar esta maniobra el conductor deberá aplicar otra norma: ceder el paso a quienes vengan en sentido contrario.
No obstante, si la persona que está al volante tiene dudas o no tiene una correcta visibilidad, no debe arriesgarse. Lo más adecuado en este caso es seguir la marcha, hacer un cambio de sentido cuando sea posible y regresar: un arriesgado giro a la izquierda se habrá convertido en uno a la derecha sin tanto peligro.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.