Encontrar aparcamiento es un problema que sufren la mayoría de los conductores que residen en ciudades de medio y gran tamaño. El 65% de las viviendas en España no poseen una plaza de garaje, un dato que justifica por qué tantos coches acaban aparcados en la calle.
Además de tener que dar vueltas para encontrar un hueco, una vez se deja el coche estacionado también pueden surgir problemas. Que el vehículo quede a la intemperie es uno de ellos, unido a que tiene más probabilidades de ser robado.
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Pero no solo existen estos riesgos. También cabe que la grúa acabe llevándose el coche. Si se ha dejado mal estacionado, no hay excusa. Pero, ¿qué sucede cuándo el conductor dejó su vehículo aparcado correctamente y, al volver a recogerlo, resulta que la grúa lo ha trasladado al depósito municipal?
Lo primero es asegurarse de que, efectivamente, el vehículo se encuentra en el depósito. Una vez confirmadas estas sospechas, toca pensar en qué ha podido pasar. Hay una explicación que es más probable que otras.
Si al dejar el vehículo estacionado en la calle no hay ningún tipo de aviso del ayuntamiento competente sobre una reserva temporal de ese espacio de aparcamiento, es que probablemente este se haya colocado después. Obviamente, cada ordenanza municipal cambia, pero hay un plazo mínimo con el que deben avisarse las reservas de aparcamiento.
Por ejemplo, atendiendo al ayuntamiento de Bilbao, este tipo de reservas deben indicarse con mínimo 48 horas de antelación. También lo indican así otros consistorios, como el Zaragoza, que marca dos días hábiles.
Cuándo se puede llevar el coche la grúa
Así, si se ha dejado el coche aparcado días antes y en ningún momento se ha comprobado que las condiciones no han cambiado, la grúa sí podrá movilizar el coche. La razón es que, a partir del momento que indica el aviso, este se habrá convertido en un obstáculo.
En estas circunstancias, puede ser que el conductor no reciba una multa por mal aparcamiento, pero sí tendrá que abonar el precio del traslado al depósito (que puede subir a varios cientos de euros). Eso sí, siempre se podrá intentar reclamar ante el ayuntamiento responsable el precio pagado.
Todos los ayuntamientos contemplan la posibilidad de que los particulares reserven plazas de aparcamiento en la calle, con diferentes plazos. Además, los consistorios pueden establecer zonas restringidas temporalmente al estacionamiento por diversos motivos: celebración de eventos deportivos, mantenimiento u obras, seguridad pública…
El vídeo del día
Para evitar sustos y que el coche acabe en el depósito municipal, una vez que se deje el vehículo aparcado el calle, si es para varios días, lo mejor es pasar regularmente a comprobar que las condiciones de aparcamiento no hayan cambiado y que no haya ningún nuevo aviso colocado.
Cada ciudad regula de manera diferente cuánto tiempo pueden estar aparcados los coches en la calle. Algunos marcan cinco, otros ocho y otros lo alargan hasta un mes. De todas formas, esos días pueden ser menos en circunstancias especiales como, por ejemplo, si la plaza se va a convertir en una reservada para determinados usuarios o si su señalización va a cambiar. En ambos casos, por norma general, el ayuntamiento debe avisar con 48 horas de antelación y el coche sólo podrá permanecer dos días estacionado en ese punto.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.