La principal diferencia que hay que respetar de manera imperativa entre coches es el tipo de combustible que consume el motor. A los vehículos diésel hay que darles gasóleo y, a los de gasolina, lo propio.
De lo contrario, los problemas a los que se enfrentaría el conductor serían graves, además de económicamente costosos. Pero otro aspecto que también hay que tener en cuenta es el octanaje de la gasolina.
Más información
El octanaje es la unidad que se utiliza para definir el poder antidetonante de la gasolina. La capacidad antidetonante es la que tiene la gasolina cuando se comprime dentro del cilindro del motor, es decir, la que evita que detone de manera prematura en la cámara de la combustión, optimizando así el funcionamiento del motor.
En España, los octanajes habituales de la gasolina son 95 y 98. La primera tiene un poder antidenotante menor, ideal para motores convencionales, mientras que el de la segunda es mayo, perfecto para los motores más potentes.
Cabe recordar que si el manual del vehículo especifica que se debe utilizar gasolina de 98 octanos, se debe de seguir al pie de la letra dicha recomendación. Usar gasolina de 95 octanos en un motor diseñado para gasolina de mayor octanaje puede provocar detonaciones, lo cual puede dañar el motor a largo plazo.
Si no queda más remedio que emplear esta gasolina de menor octanaje, es recomendable conducir con calma y sin exigir demasiado al motor, para rebajar las condiciones térmicas dentro del propulsor para evitar de esa manera las posibles detonaciones (antes de lo recomendado) que provoquen una avería más grave en el motor.
Gasolina 93: ¿dónde se usa este octanaje?
La nomenclatura 95 y 98 se utiliza en Europa. Estos números corresponden al Research Octane Number (RON) mientras que en Estados Unidos, Canadá o México, entre otros, se utiliza el número AKI, Índice Antidetonante.
Pero, además de una diferencia en la nomenclatura del octanaje de la gasolina, también se pueden encontrar combustibles de diferentes octanajes según el páis en el que se reposte. Por ejemplo, en Chile, donde también se mide en RON, es habitual encontrar gasolina 93 y 97, válida para coches con motores convencionales y para más potentes, respectivamente.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram