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La Navidad es época de buenas intenciones, pero al volante, mejor controlarse. Y es que, aunque se haga con toda la buena fe del mundo, hay un gesto que comparten muchos conductores que puede salir muy caro.
Durante estas fiestas, es habitual que haya cenas y comidas navideñas y, por ende, la policía y la Guardia Civil aumentan los controles de tráfico en carretera, vigilando de manera especial el consumo de alcohol o drogas antes de coger el coche.
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La DGT pone en marcha la primera gran campaña de controles de alcoholemia tras anunciar que rebajará los límites Por solidaridad, muchos conductores se avisan entre ellos de la existencia de un control de alcoholemia. Este gesto puede acabar costando hasta 30.000 euros de multa, dependiendo de qué ley se infrinja.
La multa más leve será para aquellos conductores que avisen a otros de la existencia de un control haciendo ráfagas con las luces largas. Esta conducta incumple el uso de las luces del vehículo, regulado en el artículo 100 del Reglamento General de Circulación.
En él se especifica que utilizar la luz de largo alcance “en forma de destellos” y “con propósitos diferentes a los contemplados en este reglamento” está prohibido. La sanción es de 100 euros y de hasta 200 euros por deslumbrar a otros conductores.
Avisar de un control por WhatsApp
Las multas económicamente más contundentes son las que responden a lo estipulado en la Ley de protección de la seguridad ciudadana. Hasta ahora, formar parte de grupos de plataformas de mensajería para avisar de los controles de alcoholemia o los radares no estaba regulado legalmente, pero la Dirección General de Tráfico ya anunció hace unas semanas que lucharía contra estas conductas.
La conocida como ley mordaza califica de infracción grave el uso de imágenes o datos que puedan poner en peligro éxito de una operación, entendiendo que un control de tráfico forma parte de estas.
En este caso, la multa por informar de un control policial puede llegar a costar hasta 30.000 euros. La DGT, además, califica este gesto de ‘solidaridad’ entre los conductores como ‘insolidario’, ya que pone en riesgo la seguridad vial al permitir que aquellos que conducen bajo los efectos del alcohol o las drogas evadan el control.
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