Las normas de circulación están para respetarlas. Sin embargo, cualquiera que coja el coche ve como, en el día a día, muchísimos conductores cometen infracciones de todo tipo. En España se sancionan con cuantías predefinidas, pero en Suiza el pago es en relación al sueldo que tenga el infractor, lo que hace que un comportamiento como no respetar la distancia de seguridad se traduzca en una multa impresionante.
Los hechos tuvieron lugar en marzo del año pasado, pero hasta ahora no se ha hecho pública la resolución definitiva.
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Un millonario de Argovia fue identificado por agentes de la policía mientras llevaba a cabo lo que se conoce como ‘tailgating’, es decir, conducir muy pegado al coche que va delante, sin respetar la distancia de seguridad, normalmente con el ánimo de que el vehículo precedente se aparte del carril y le deje pasar.
Multa por no respetar la distancia de seguridad
Ante el caso y teniendo en cuenta el hecho de que los ingresos anuales del infractor eran de 1,6 millones de francos,, unos 1,7 millones de euros, el tribunal decidió poner una multa de 50 días a 1.970 francos al día, además de dos años de suspensión del carné. El montante total era de 98.500 francos, unos 105.000 euros.
Sin embargo, el conductor no estuvo conforme con la sentencia y la recurrió, según 20min, pero las pruebas aportadas por la policía no dejaban lugar a dudas, puesto que mostraban a su vehículo grabado mientras realizaba la maniobra, así que fue desestimado.
Así, además de la cuantía inicial, se sumaron otros 13.000 francos (13.700 euros) en costas judiciales.
Eso sí, si durante los dos próximos años no comete ninguna otra infracción, no tendrá que pagar toda la sanción al completo.
Un país en el que las multas son estratosféricas
La razón de que las multas en Suiza no sean estándar, si no que se calculen en función del poder adquisitivo del infractor, es que a todo el mundo le “duelan” y así no se tomen a la ligera la normativa de circulación.
Eso hace que tengan lugar sanciones impensables en otros países. Así, el país europeo ha establecido una dura política contra la contaminación acústica, con multas de más de 10.000 euros, mientras que a lo largo de los últimos años se han registrado casos como uno por exceso de velocidad tuvo que pagar casi 700.000 euros.
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