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Hace unos años, una joven británica, Jeena Panesar, sufrió un grave accidente de tráfico debido a una pinza para el pelo que llevaba puesta mientras conducía. Durante el choque, la pinza le causó un corte de 30 centímetros desde la ceja hasta la nuca, casi costándole la vida.
Panesar advirtió entonces a otros conductores del peligro de usar este tipo de accesorios mientras se conduce, ya que pueden agravar las lesiones en caso de colisión.
Cómo trabajar en la EMT en Madrid: sueldo y requisitos para ser conductor Así como ella alerta sobre este accesorio para el pelo, hay muchos otros que también pueden ser fatales a la hora de conducir, en especial si no se usan con precaución.
Cordones bien atados
En 2010, los periódicos en España relataban la historia de un conductor y un accidente múltiple en la calle Barrau en Sevilla al perder el control del vehículo tras enredársele los cordones de los zapatos en los pedales.
El causante, de 76 años de edad, circuló en zigzag durante unos 100 metros y arrolló a un peatón que permaneció encima del turismo durante al menos 10 metros, a pesar de lo cual sólo sufrió contusiones sin consideración.
Y es que atarse mal los cordones puede ser peligroso al conducir porque principalmente pueden enredarse en los pedales del coche. Esto puede impedir que el conductor frene o acelere adecuadamente, aumentando el riesgo de un accidente. Además, si los cordones se desatan mientras se conduce y el automovilista intenta anudarlos, la distracción incrementa el peligro de siniestro.
Un buen calzado, imprescindible
Según relata la DGT en un estudio publicado en 2020, un 30% de los encuestados afirma haber conducido en alguna ocasión con un calzado inadecuado (chanclas, botas de montaña, tacones altos, descalzos…).
El estudio también desvela que la gran mayoría de los conductores son conscientes del peligro que representa conducir con un calzado inadecuado, y la mayoría (83%) piensa que es posible que le pongan una multa por hacerlo.
Sobre esto, no existen normas específicas sobre el calzado en la conducción, y no es sancionable en sí misma la conducción con un tipo de calzado concreto (chanclas, por ejemplo).
Pero si un agente de la autoridad entiende que dicho calzado afecta a la seguridad en la conducción (no permite manejar bien los pedales, por ejemplo) esta conducta puede ser sancionable, con una cuantía de hasta 80 euros.
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