La Dirección General de Tráfico (DGT) reducirá tasa máxima de alcoholemia permitida en España. La nueva normativa, que se encuentra en proceso de reforma legal, establece un límite de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre y 0,1 miligramos por litro de aire espirado.
Esta tasa será igual para todos los conductores, eliminando las diferencias actuales entre profesionales, noveles y el resto. Según la DGT, este nuevo umbral equivale a una política de “tolerancia cero”, aunque no se fija en 0,0 por motivos de seguridad jurídica y recomendaciones europeas.
El cambio responde a una necesidad urgente: en 2023, más del 30% de los conductores fallecidos presentaban una tasa positiva de alcohol. Además, varios estudios demuestran que incluso con niveles bajos, el alcohol afecta gravemente a la percepción, coordinación y tiempo de reacción.
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