El país europeo donde aparcar mal puede costar el carnet de conducir

Aparcar mal es motivo de multa de tráfico, aquí y en la mayoría de países del mundo. En España, la ley de tráfico contempla diferentes escenarios y tipos de estacionamientos que están considerados una infracción. A cada uno se le asigna una multa distinta que va desde los 80 a los 200 euros. 

Además, las zonas de estacionamiento regulado de cada ciudad están gestionadas a nivel municipal, por lo que las sanciones relacionadas con un mal uso de las zonas SER pueden variar dependiendo de la ciudad por la que se circule.

No obstante, las multas por un estacionamiento irregular no conllevan pérdida de puntos en el carnet de conducir. Esta costumbre no se comparte en todos los países de la Unión Europea. Hay uno de los 28 estados miembros de la UE en el que los conductores pueden perder el derecho a conducir si aparcan mal.  

Hasta cuatro meses sin carnet  

Se trata de Grecia. En su código de seguridad vial se regulan los estacionamientos indebidos y las sanciones asociadas a cada uno de ellos. Por ejemplo, aparcar el coche en plazas de estacionamiento para personas con movilidad reducida se enfrenta con una multa de 150 euros. A esta cantidad hay que sumar la retirada de las placas de la matrícula y la del carnet hasta dos meses.

Si el infractor vuelve a aparcar mal en un periodo de seis meses desde el primer paquete de sanciones, se le retirará el carnet durante el doble de tiempo. Es decir, no podrá circular durante cuatro meses. Además, en casos de reincidencia, el conductor deberá superar un curso de reeducación vial para recuperar su permiso.

Los conductores de motocicletas también se exponen a este tipo de sanciones, pero el periodo de pérdida del carnet se reduce a la mitad en ambos supuestos.

Diez euros la hora por aparcar  

Estas medidas corresponden a un plan de choque que comenzó a implementar el gobierno griego ya el año pasado para solucionar los problemas de aparcamiento que sufría el país, especialmente en la capital, Atenas.

Los estacionamientos irregulares, incluso bloqueando la vía, han sido habituales en las grandes ciudades de Grecia. Encima, los precios de los parkings en la capital griega no son baratos y llegan a rondar hasta los diez euros por hora, lo que no ayuda a que los conductores busquen alternativas a aparcar en la calle.