La compraventa de coches entre particulares en España es un recurso útil para aquellos que no quieren gastarse tanto dinero en un vehículo nuevo.
Pero poco después de comprarlo puede aparecer algún fallo importante que no se había detectado antes de la compra: eso es un vicio oculto.
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Como comprador, se tienen una serie de derechos que están explicados en el Código Civil. Y es que, aunque entre particulares no existe una garantía al uso, como sí ocurre cuando se adquiere un coche en un concesionario o a un profesional de la compraventa de vehículos. En estos casos, y según el RACE, la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios contempla una garantía de tres años que debe cubrir la empresa o la persona que ha realizado la venta.
Sin embargo, cuando el acuerdo es entre particulares, el comprador está protegido gracias a los artículos 1484 a 1490 del Código Civil Español, que regulan el vicio oculto. Y según estos artículos, ¿qué se considera un vicio oculto? Debe cumplir con estas premisas:
- Que no sea detectable ni visible en una revisión rutinaria, es decir, que esté escondido y no se pueda captar a simple vista.
- Que se haya originado antes del momento de la compraventa y de la entrega al comprador: no hay que confundirlo con un desgaste natural de las piezas por el uso.
- Que sea de gravedad hasta tal punto que no se pueda utilizar normalmente el coche y se reduzca considerablemente el valor del mismo.
Así por ejemplo, un desgaste del dibujo de los neumáticos no sería un vicio oculto, pero sí un fallo en el motor o un problema en las suspensiones o el sistema eléctrico. No obstante, hay que analizar cada problema con detalle y de forma independiente.
Y si aparecen vicios ocultos en el coche, ¿qué se puede hacer como comprador?
Lo primero es demostrar que había un vicio oculto en el coche en el momento de la compra. Para ello, hay un plazo de seis meses para hacer la reclamación desde la entrega del vehículo.
Lo más recomendable es que se realice un peritaje del vehículo o se haga una revisión exhaustiva en un taller de confianza en el que quede constancia del vicio oculto grave.
Una vez constatado el problema, se debe enviar un burofax al vendedor para hacerle saber que se ha detectado el vicio oculto y para que quede constancia por escrito.
Si el vendedor no reconoce dicho vicio oculto, es el momento de pasar a un procedimiento judicial.
Si ese fallo queda demostrado, los artículos 1486 y 1487 del Código Civil dicen qué se puede hacer:
- Se puede optar por resolver el contrato, devolver el coche y recuperar la cantidad abonada.
- Se puede solicitar una rebaja del precio según el coste de reparación del vicio oculto.
- Si el vendedor conocía los vicios ocultos y no se lo dijo al comprador, éste puede además solicitar una indemnización por daños y perjuicios causados. Pero esto, evidentemente, es muy difícil de demostrar.
En caso de que se necesite realizar una reclamación, se debe presentar el mayor número de pruebas: facturas, vídeos, fotos…
¿Cómo evitar encontrarse con vicios ocultos?
Dejando aparte las buenas palabras del vendedor, de las que no hay que fiarse, lo primero que habría que hacer es solicitar un informe de antecedentes del vehículo para informarte de si ha tenido algún tipo de accidente en la DGT o en alguna empresa privada como Carfax.
A continuación hay que probar el coche antes de comprarlo y examinarlo concienzudamente. No está de más llevarlo a un taller de confianza para que le hagan las pruebas oportunas y lo conecten a un OBD. Porque es una forma fiable de detectar, entre otros vicios ocultos, por ejemplo, la modificación del kilometraje.
También es conveniente informarse sobre los fallos más comunes que suelen aparecer en el modelo que se está comprando.
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