¿Qué son los radares ‘metralleta’? ¿Los utiliza la DGT?

Los controles de velocidad se mantienen como una de las preocupaciones para muchos conductores.

Radares dgt

Foto: GETTY IMAGES

En una época del año con millones de desplazamientos por carretera, los controles de velocidad acechan a los conductores con tendencia a superar los límites establecidos. Fijos, móviles, de tramo, en medios aéreos… La Dirección General de Tráfico (DGT) refuerza con frecuencia sus medios para identificar y sancionar estas infracciones tan frecuentes.

Este es un escenario propicio para se expandan bulos sobre el asunto, que conviven con otras informaciones precisas y que vienen a provocar la confusión entre los automovilistas. Uno de los más recurrentes es el que se refiera a los radares ‘metralleta’ y su utilización en las carreteras españolas.

Radares ‘metralleta’ o en cascada

El término se refiere a los conocidos como radares en cascada. Se trata de una ubicación de estos dispositivos que probó, hace casi un lustro, la Policía Foral de Navarra. Consiste, como su nombre indica, en colocar dos o más dispositivos de forma consecutiva para intentar sorprender a los conductores que se confían después del primero.

Entonces se optó por colocar un radar móvil justo a continuación de uno fijo. Los usuarios de la vía, por su parte, volvían a incrementar su velocidad después del inicial, sin esperar que hubiera otro justo a continuación, en muy poca distancia.

La legislación obliga a indicar, para conocimiento de los conductores, la existencia de un radar. En ningún caso tienen que concretar a qué distancia y en qué número. Los radares metralleta, por tanto, serían completamente legales.

Un radar móvil de la Guardia Civil situado en el guardarraíl de una carretera.

De hecho, ocasionalmente se pueden encontrar dos unidades móviles en una distancia inferior a la usual, consiguiendo, con ello, el mismo efecto de cascada: el conductor se confía con el primer coche de los agentes, aumenta su velocidad y es multado, poco más tarde, por el segundo.

Sin embargo, la DGT desmiente que esta práctica sea utilizada en sus controles habituales, puesto que su función es disuasoria y no recaudatoria. Es decir, aunque legalmente podrían recurrir a esta solución, el organismo niega que lo haga o tenga previsto hacerlo, en contra de lo que señalan informaciones falsas publicadas al respecto en redes sociales e, incluso, en medios de comunicación. 

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Raúl Romojaro

Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.

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