Cómo repostar con seguridad para evitar el coronavirus

Los conductores pueden acudir a repostar en las gasolineras durante el estado de alarma, pero deben tomar las precauciones necesarias.

gasolina

Transportistas, sanitarios y trabajadores acreditados pueden seguir circulando con sus vehículos durante el estado de alarma por la Covid-19. Y el repostaje en gasolineras es una de las actividades permitidas para los desplazamientos.

Pero, al igual que en los supermercados y demás comercios que permanecen abiertos, hay que hacerlo de la forma adecuada para evitar en lo posible la expansión de los contagios. El simple hecho de manipular el boquerel del surtidor implica tocar superficies metálicas y plásticas donde se puede haber depositado el virus.

Siempre que sea posible, se debe realizar la operación de repostaje con guantes, bien los de plástico suministrados en la propia gasolinera o, mejor, unos de goma de limpieza y también desechables que deberemos llevar para la ocasión.

Si no se dispone de guantes, lo ideal es desinfectar antes el boquerel (la pistola de la manguera) y los pulsadores del marcador donde se selecciona la cantidad de combustible deseado. No siempre se dispondrá en el coche de un líquido desinfectante para pulverizarlo sobre esas zonas de contacto, aunque algunas gasolineras ponen a disposición de sus clientes un esprái limpiador para poder hacerlo.

Y a la hora de pagar, hay que hacerlo a través de la mampara de seguridad de la gasolinera. Además, en la medida de lo posible, se debe realizar el pago mediante tarjeta bancaria, evitando cualquier otro tipo de contacto. Si hay más usuarios en la gasolinera, es importantísimo guardar con ellos una distancia prudencial de unos dos metros, también en la cola para abonar el importe del repostaje.

Al quitarse los guantes hay que evitar tocar con las manos desnudas su parte exterior. Se debe retirar primero uno de ellos pellizcando en la palma de la mano para darle la vuelta, para retirar el otro a continuación de dentro a fuera, envolviendo los dos para después tirarlos a la basura.

También habrá que llevar un gel hidroalcohólico para lavarse las manos después de quitarse los guantes y antes de subirse al coche. Así se evitará contaminar la manilla de la puerta, el volante y el resto del interior.

Siguiendo estos sencillos consejos se reduce mucho el riesgo de contagio por contacto que, aunque no sea tan peligroso como el directo con personas infectadas, habrá que evitar en la medida de lo posible.

¿Y los coches eléctricos?

Aunque por ahora sean una pequeña minoría frente a los de motor de explosión, los coches eléctricos son cada vez más numerosos en las ciudades. En el caso de recargar durante el estado de alarma, lo mejor será evitar los postes públicos. Los eléctricos tienen la gran ventaja de poder recuperar la energía de sus baterías en un enchufe doméstico o un cargador privado de tipo wallbox y habrá que aprovechar esta circunstancia para mayor seguridad. 

A pesar de ser más rápidos que los caseros, los cargadores públicos exigen pasar muchos minutos en la calle, algo incompatible con las restricciones de permanencia en la vía pública dictadas por el confinamiento.

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