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El limpiaparabrisas es un elemento clave en el coche, puesto que se encarga de despejar la luna delantera tanto de agua como suciedad, para que el conductor pueda ver lo que le precede en la carretera. Es un elemento que tienen todos los coches, pero con el limpiaparabrisas trasero la situación no es así.
La presencia de éste depende del tipo de carrocería del vehículo. Es común encontrarlo en compactos, SUV o vehículos de cinco puertas en general, pero los coches con carrocería de cuatro puertas no lo usan (aunque pueda haber alguna excepción). ¿A qué se debe esto? Existen varias razones por las que esto ocurre, principalmente dos.
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El principal se debe a la aerodinámica. Por la forma que tienen los sedanes, con una luna trasera bastante inclinada, cuando están circulando, la aerodinámica del vehículo hace que en ésta no se deposite el agua, puesto que el aire la arrastra y hace que se mantenga prácticamente seca.
Además, por la manera en la que fluye el aire, sumado al corte trasero de la carrocería, se evita que haya turbulencias que rocíen el agua que levantan las ruedas sobre el cristal.
En las carrocerías de cinco puertas ocurre lo contrario. La forma de su zaga, más vertical, hace que se cree una suerte de vacío en la parte trasera, por el que al pasar el aire se crea un remolino que levanta el agua y hace que salpique el cristal. Eso hace que en este formato sea recomendable el limpiaparabrisas trasero (aunque en algunos modelos más baratos y de acceso no se monte).
@corellaautoescoles Cómo utilizar el Limpiaparabrisas Trasero y cómo echar Agua 💦 a ambos. #humor #autoescuela #formacion #profesor #alumnos #coche ♬ Tubarão Te Amo – DJ LK da Escócia & Tchakabum & Mc Ryan SP
El problema de este enfoque radica en que, si está lloviendo y el coche está parado, la luna trasera de un sedán también se moja y no hay otra manera de evacuar el agua que no sea en movimiento para que el aire haga su trabajo, algo que puede tardar en suceder.
El segundo motivo por el que no lo montan es por ahorrar costes. En los sedanes el cristal está separado del portón, no forma una pieza única como ocurre en los cinco puertas, lo que dificulta el montaje del sistema y de sus componentes eléctricos, que no pueden ir colocados en la puerta.
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