El documento electrónico clave para comprar coches de segunda mano

A la hora de comprar un coche de segunda mano es importante asegurarse de que toda la documentación esté en regla. Además, se pueden solicitar informes que resuman el estado en el que se encuentra el vehículo.

Uno de estos documentos es la tarjeta de la inspección técnica de vehículos (ITV), que desde 2015 pasó a entregarse en formato electrónico. Anteriormente, la llamada ficha técnica del vehículo se presentaba en papel y se timbraba al pasar la inspección.

Ahora, cuando el conductor acude a un centro de ITV, este documento se actualiza digitalmente. Pese a este cambio, la importancia de la tarjeta de ITV electrónica durante la compra de un coche de segunda mano no ha variado.

AECA-ITV recomienda a los compradores solicitar siempre la tarjeta de ITV, aunque sea electrónica. Este documento permite conocer el estado y el historial del coche a lo largo de su vida útil, así como contrastar los datos y la información para evitar errores.

Por qué pedir la tarjeta de ITV

Desde las asociaciones de ITV recuerdan que en los centros se revisa que la documentación del coche coincida con, por ejemplo, el número de bastidor. Así, al solicitar la tarjeta de ITV, el comprador puede comprobar que el coche es legítimo y que no hay ningún problema con su documentación.

Por otro lado, la Dirección General de Tráfico recuerda que este documento acredita al vehículo como homologado para conducir por las carreteras españolas. Es obligatoria tenerla y, además, al día y sin irregularidades.

Gracias a la tarjeta de ITV electrónica, solo con tener el número de bastidor del coche que se quiere comprar se puede acceder a un gran volumen de información. Con el número VIN, el comprador podrá ver si el coche ha sufrido accidentes o reparaciones importantes. También será posible consultar el número de propietarios anteriores, si ha habido reclamaciones al seguro o existen cargas pendientes.