¿Te gustan los escapes ruidosos? Si es así, un estudio asegura que eres una persona sádica y psicópata

Muchas ciudades luchan contra la contaminación acústica del tráfico rodado instalando radares que miden los decibelios.

Frenada emergencia
Un conductor al volante de su coche. | Getty Images

En muchas las ciudades (Ámsterdam, Londres, París, Nueva York…) luchan contra la contaminación acústica del tráfico rodado instalando radares de ruido, que vigilan los decibelios procedentes de los tubos de escape.

Esta tendencia es cada vez más popular y tomándola como punto de partida, se ha llevado a cabo un estudio para ver qué vínculo existe entre los coches más ruidosos y rasgos de la personalidad… como la psicopatía y el sadismo.

Julie Schermer es psicóloga e investigadora en la Universidad de Western Ontario (Canadá). Un día, estaba paseando a su perro cerca del campus y pasaron a toda velocidad un par de coches cuyo ruido estaba por encima de lo permitido.

Se preguntó a quién le gustaría hacer eso y por qué. Supuso, también, que debería haber un vínculo entre el impulso de perturbar a los ciudadanos y algunos rasgos de la personalidad con los que no se muestra ningún respeto por los sentimientos de los demás.

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Para responder a ello dio forma a un artículo de investigación, que se ha publicado en Psychology Today. Eligió a 529 estudiantes de la facultad de Empresariales: todos tenían 18 años y el 52% eran chicos. Para algunos, el tamaño de la muestra y la falta de diversidad son escasos.

Los estudiantes tuvieron que desvelar si consideraban que su coche era una extensión de ellos mismos; si los vehículos ruidosos eran cool y si harían que su vehículo fuera más ruidoso modificando el escape.

Completaron, también, el test sobre la Tétrada Oscura que mide los cuatro rasgos de la personalidad considerados como oscuros o potencialmente dañinos: maquiavelismo, narcisismo, sadismo y psicopatía.

Conductor enfadado

Aunque la psicóloga e investigadora hace hincapié en que es un estudio piloto, sí señala que los resultados son preocupantes.

Predijo que los conductores que quieren que sus coches hagan más ruido podrían estar intentando que los demás noten su presencia: algo propio del narcisismo. Sin embargo, no fue predictor significativo cuando incluyó las otras dimensiones de la personalidad. Esto sugiere que es posible que no hagan más ruido para llamar la atención.

WLTP

Sadismo y psicopatía

Sin embargo, encontró una relación entre aquellos con especial predilección por los coches ruidosos y las puntuaciones altas en sadismo como en psicopatía.

El sadismo refleja el placer de ver a otros sufrir o sufrir daño. Como los sistemas de escape ruidosos pueden asustar a los demás, el estudio señala un vínculo entre ese rasgo y las modificaciones para que un coche suene más.

La psicopatía refleja el impulso de ser cruel con los demás. El informe predice que esta característica estaría relacionada con los vehículos más ruidosos: la perturbación que causan a los demás parece ser un claro indicador de indiferencia hacia cómo se sienten.

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