La nueva e intensa ola de calor que se espera estos días en España hará que en muchos puntos de la Península se superen los 40 grados. En el coche, eso se traduce en los que resulta imposible sentarse y volantes que arden entre los dedos.
Para minimizar los problemas, lo más recomendable es seguir algunos trucos para mantener fresco el coche (y sin recurrir al aire acondicionado) para que nada perturbe el descanso estival.
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Enfriar el coche hasta 10 grados
El primer consejo es seguir las recomendaciones de un vídeo que lleva bastante tiempo circulando por internet. En las imágenes, unos japoneses demuestran cómo bajar hasta 10 grados la temperatura de un coche que ha estado a pleno sol. Y todo ello sin usar el aire acondicionado.
Consiste en bajar una de las ventanillas del coche y abrir y cerrar cinco o seis veces repetidamente la puerta opuesta a la de la ventanilla abierta. Este método está basado en la física de cambio de presiones, que vacía el aire caliente del interior por empuje.
El truco del trapo húmedo
A lo anterior se suman dos trucos útiles para coches que no cuenten con aire acondicionado. El primero es poner un paño mojado en la salida del aire, que esto puede hacer que aumente la sensación de frescor en el habitáculo.
El segundo: utilizar reflectores de aire. Ya que las ventanillas bajadas son el único aliado contra el calor, al menos que no molesten. Los reflectores permiten una ventilación eficiente a grandes velocidades, evitando crear remolinos de aire y ruido en el interior del coche.
El coche, a la sombra
No siempre se puede, pero hay que procurar dejar el coche en la sombra. Si se conoce el lugar, es mejor fijarse dónde da la sombra a lo largo del día para dejarlo el mayor tiempo posible en ella.
Y no está de más recordar que el sol sale por el este y se pone por el oeste. Eso sí, es mejor no dejarlo bajo un árbol: los pájaros no vuelan mucho cuando hace calor.
Además de esto, otra buena idea es proteger al coche de los rayos solares aparcando dentro de un estacionamiento cubierto. Aún mejor si es subterráneo, aunque sea complejo encontrar una plaza.
Aparcar con las ventanillas bajadas
Si no queda más remedio que dejar el automóvil en pleno sol, conviene bajar las ventanillas un poco al aparcar: con centímetro y medio es suficiente. Esto facilitará que circule el aire caliente hacia fuera.
Ropa ligera
Cuando el calor aprieta, se debe viajar cómodo y con poca ropa. Es evidente que no acalora igual viajar con traje y corbata que en bikini y chanclas. En la medida en que se pueda (vigilando que el calzado no suponga un riesgo al volante, por ejemplo), una de las claves es llevar ropa fresca.
Vestir de oscuro no es buena idea: estos colores absorben más los rayos del sol que entran por el cristal que los tejidos claros.
El agua, una aliada
Un buen consejo es refrescarse bien antes de entrar en el coche. Conviene mojarse el pelo, la nuca y las muñecas, que son las partes que más rápido distribuyen la sensación de frescor por todo el cuerpo.
Láminas y parasoles
Instalar láminas polarizadas o parasoles en las ventanillas traseras evitará que entre la luz solar, pero también el calor y los rayos ultravioleta.
Sin embargo, en algunos países llevar lunas tintadas, laminadas o poner vinilos que no permitan ver el interior es ilegal. En España está prohibido tintar las lunas delanteras (parabrisas, ventana piloto y copiloto) y todo cristal situado a 180º alrededor de la visión de conductor.
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Periodista especializada en marketing digital. Comenzó su carrera en televisión en Chile y de allí dio el salto a la prensa. En Diario As, de Prisa Media, se especializó en SEO, con la creación de contenido estratégico y optimización web, para llegar a Prisa Motor.