Los coches eléctricos amplían poco a poco su penetración en el mercado generalista y, de manera paralela, hay un enfrentamiento en las esferas más altas, con múltiples hiperdeportivos de cero emisiones compitiendo por ser el mejor. Dicho título es algo que todavía está por decidir, pero lo que ya está confirmado es cuál es el más rápido del mundo en aceleración de 0 a 100 km/h: el Aspark Owl.
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Este modelo japonés lleva en desarrollo desde 2017. Sus avances en formato de prototipo ya eran prometedores, pero la versión final de producción es todavía más rápida: si aquel necesitaba 1,9 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado, el vehículo que se podrá comprar ha rebajado el crono hasta los 1,69 segundos.
En realidad lo podrán comprar solo 50 personas en todo el mundo, que además tendrán que tener una pequeña fortuna a su disposición, puesto que su precio base es de 2,9 millones de euros.
¿Cómo es capaz el Aspark Owl de tener semejante aceleración? Gracias a la combinación de una cuidada aerodinámica y a la presencia de un sistema de propulsión de gran potencia. Con una altura de solo 990 milímetros, es uno de los coches más bajos de uso legal en carretera, por lo que su resistencia al viento es muy baja; y además monta un alerón activo que se despliega al alcanzar los 150 km/h.
Bajo su estilizada carrocería se esconde un sistema 100% eléctrico que desarrolla 2.012 CV y 2.000 Nm de par máximo, lo que además de convertirlo en el rey de la aceleración le permite circular hasta a 400 km/h. Cuenta con una batería de 64 kWh que le otorga una autonomía de 450 kilómetros y, con un sistema de 44 kW, es capaz de recargarse por completo en 80 minutos.
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