Aunque las novedades como el Model 3, el Roadster o incluso la cabeza tractora Semi sean las que acaparan más titulares últimamente, en Tesla no se olvidan de que todo comenzó con el Model S, ni tampoco de que el Model X ayudó a continuar con el camino elegido. Por eso desde ahora ambos vehículo contarán de serie con tracción integral.
Este sistema de tracción a las cuatro ruedas es relativamente nuevo en la compañía, ya que las denominadas versiones D (por Dual Motor, uno montado sobre cada eje) se introdujeron en sus respectivas gamas hace solo tres años, como parte de las variantes superiores, y poco a poco se fueron extendiendo hasta convertirse ahora en la única alternativa.
La compañía ha dado como argumento principal para el cambio el hecho de ofrecer una mejor tracción y una mejor respuesta en todo tipo de condiciones atmosféricas. Además, aunque no lo haya mencionado, también implica unas mejores cifras de aceleración, algo importante dado que ambos eléctricos ya marcaban unos tiempos impresionantes en el 0-100 km/h.
De esta manera, el nuevo Model 3 se quedará, por el momento, como el único propulsión trasera de la gama, algo lógico tratándose del modelo más asequible de la familia. Aunque más adelante se solucionará porque también acabará recibiendo sus variantes D.
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