La afición de Brad Pitt a las motocicletas es sobradamente conocida. Disfruta de una magnífica colección de ellas (de marcas como BMW, Harley-Davidson, Indian o Triumph), que utiliza además para muchos de sus desplazamientos habituales por Hollywood, es decir, mucho más que postureo. Forman parte de su vida y contribuyen a esa imagen un tanto transgresora en el universo de las estrellas cinematográficas. Tanto es así que ha decido recurrir a este vehículo como argumento de la última campaña de la firma de máquinas de café De’Longhi, ejerciendo como su nuevo embajador.
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El objetivo de la campaña es relacionar los productos de la marca con la vida del actor, recreando su día a día en Los Ángeles. Inicia la jornada preparándose el inevitable café y se desplaza por la ciudad al manillar de su motocicleta, completando la jornada con el regreso a casa para disfrutar de otro instante de sabor con De’Longhi. Todo ello en una producción cuidada con el esmero propio que exige el personaje y dirigida por Damien Chazelle.
La moto que utiliza Pitt para el anuncio es una de su propia colección, en concreto una Ecosse Moto Works personalizada por el prestigioso Roland Sand, uno de los grandes preparadores mundiales de máquinas fuera de lo común.
Cuando Pitt la adquirió en 2012 fue considerada como la moto más cara del mundo de producción en serie (aunque solo se fabricaron una docena de ellas), con un precio de 300.000 dólares (254.000 euros). Una cantidad que se justifica por la exclusividad del modelo, construido con materiales especiales como el titanio y la fibra de carbono.
El corazón de la Ecosse es un motor bicilíndrico en V, de 2,4 litros de cubicaje y que entrega una potencia de 225 CV. Monta suspensiones Ohlins y un poderoso equipo de frenos capaz de detener con seguridad una moto de sus prestaciones. Su diseño es rompedor y atrevido, además de que la unidad de Brad Pitt fue modificada entre 2018 y 2019 recurriendo a una carrocería de aluminio, nuevas suspensiones y otra serie de piezas especiales.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.