Las mecánicas eléctricas tienen en las motos urbanas su principal aliado, puesto que estas circulan la mayoría del tiempo por ciudad (donde su sistema de propulsión rinde mejor) y con su peso ligero la batería permite alargar la autonomía. Tomando esto como base, Cake, una marca sueca, llega a España con toda su gama de modelos, que abarca opciones compatibles con el carné B1 de coche, con el permiso A1 e incluso con la licencia de ciclomotor.
La firma señala tres puntos clave en sus motos: la ligereza, el silencio y la personalización. Lo primero se ha conseguido eliminando todos los componentes superfluos, consiguiendo un peso de entre 70 y 75 kilos. Y esta reducción de masa se transforma en un comportamiento más ágil y una mayor maniobrabilidad.
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Lo segundo es consecuencia del empleo de mecánicas sin emisiones, que le permiten además alcanzar velocidades de hasta 100 km/h y disponen de unas baterías de tres horas de autonomía o más de 100 kilómetros.
Y lo tercero se debe a su construcción modular, lo que hace que su adaptabilidad sea muy alta. Queda patente en un modelo como la Ösa, que ofrece hasta 1.000 posibilidades de configuración diferentes. Cake explica que la moto puede adaptarse tanto al surfista que quiere llevar su tablas como al repartidor de comida a domicilio sin que esta pierda su temperatura. Pero también al “carpintero que no solo traslada en ella sus herramientas eléctricas, sino que emplea la propia moto como generadora de energía para utilizarlas”.
La gama de la marca se articula en torno a tres familias, cada una con un enfoque específico: Race, de enduro y concepción deportiva; Freeride, para disfrutar al aire libre, y Explore & Commute, de carácter urbano y más prácticas.
Dentro de la serie Race hay dos modelos. La Kalk OR Race está en lo más alto de la gama de la marca, con un motor de 11 kW y 280 Nm, una batería de 2,6 kWh –con tres horas de autonomía– y un precio de 13.000 euros. La Kalk INK Race emplea el mismo motor de 11 kW –pero con 252 Nm– y la misma batería: cuesta 10.500 euros.
Todas las Freeride están desarrolladas para combinar un uso urbano con las salidas fuera del asfalto. La familia está formada por cuatro modelos (Kalk OR, Kalk&, Kalk INK y Kalk INK&) con motores de 10 u 11 kW, batería de 2,6 kWh y precios que van de los 9.500 a los 14.000 euros.
Por último dentro de Explore & Commute están las dos variantes de la Ösa. La Lite es un ciclomotor con 45 km/h de velocidad punta, motor de 4 kW y 42 Nm de par, batería de 1,5 o 2,6 kWh, alcance de 92 kilómetros y un precio de 6.500 euros. La Ösa + es la versión superior, con 10 kW de potencia, 90 km/h de velocidad punta, una autonomía de 84 kilómetros y un precio desde 8.500 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.