Mientras que la Dirección General de Tráfico (DGT) tan solo recomienda su utilización sin visos de obligatoriedad en el medio plazo, cada vez son más los motoristas que voluntariamente se deciden a utilizar un airbag en sus desplazamientos. La tecnología de las bolsas de aire, tan extendida en los automóviles, se encuentra con un escollo principal que es el precio elevado de estos dispositivos.
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Los chalecos para motoristas (salvo algunas excepciones de productos procedentes del sudeste asiático y dudosa calidad e incluso carentes de homologación) son caros y poco accesibles para muchos usuarios, principalmente los que utilizan motos o escúteres de baja cilindrada y precio. Tarifas por encima de los 500 euros distancian al potencial cliente del airbag, una realidad que pretende corregir el dispositivo que acaba de llegar al mercado español.
Su nombre es Aspar Air, una denominación que se justifica por la participación en el proyecto de Jorge Martínez ‘Aspar’, expiloto cuatro veces campeón del mundo y propietario de exitosos equipos de grandes premios desde su retirada de la competición activa.
Además de su experiencia empresarial, el valenciano aporta todo su conocimiento en las carreras al máximo nivel, donde se han desarrollado los sistemas de este tipo más avanzados y eficaces.
Aspar explica así su vinculación con la empresa: “Para mí supone una gran satisfacción colaborar en este proyecto que, al margen de una motivación empresarial, tiene un contenido social muy importante. Desde que comencé a correr en moto, la evolución de la seguridad ha sido fulgurante y, lo más importante, es que todo aquello desarrollado dentro de la competición tenga ahora un reflejo en el equipamiento de los usuarios”.
Producto 100% español
El Aspar Air ha sido diseñado en España y su producción se realiza en el país, bajo el paraguas del Grupo Rodamoto que dirige Ricardo Ramilo. Se trata de un dispositivo sencillo y de funcionamiento mecánico, al activarse la bolsa de aire en caso de caída por compensación de masas, mediante una cinta que se tensa y tira de un resorte. Cuando esto ocurre, una aguja percutora perfora los cartuchos de gas CO2 y se llenan el airbag por completo en menos de 200 milisegundos.
Este equipo cuenta con certificaciones necesarias y ha sido homologado según la norma europea 1621-4 que se refiere a las protecciones inflables para motoristas. Con ello se garantiza no solo la rapidez de llenado sino también la resistencia a los impactos, la protección total del tórax y espalda, así como de la cinta de activación de las bombonas.
Se vende en dos versiones, bautizadas como 0.5 y 1.0, en función del tamaño y cantidad de tejido que se utiliza. El precio de la básica es de 240 euros, cantidad muy por debajo de lo habitual en el mercado para este tipo de protecciones.
La empresa está creando una red de distribución nacional a través de comercios especializados en el sector de la moto, contando ya con cuatro puntos de venta en Almería, Badajoz, Tres Cantos (Madrid) y Sant Cugat (Barcelona).
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