Para combatir la enorme cantidad de accidentes que sufren los motoristas, varios países han encontrado en unas sencillas marcas viales la solución para reducir los siniestros. Dos de los países en donde mejor están funcionando estas innovadoras marcas viales sobre el asfalto son Escocia y Austria.
El gobierno de Escocia evidenció un sustancial descenso de los accidentes gracias a las marcas viales ‘PRIME’. Se trata de un marcaje exclusivo para los motoristas que consiste en señalización vertical y marcas en el suelo de las vías que reducen la velocidad y ayudan a realizar la trazada perfecta en las curvas.
¿Qué significan estas marcas viales?
PRIME es el acrónimo de Perceptual Rider Information for Maximising Expertise and Enjoyment. La traducción al español sería Información perceptiva del piloto para maximizar la experiencia y el disfrute. Se basa en una corriente psicológica denominada ‘Teoría del Empujoncito’, que incide en sugerencias indirectas como formas de influir en el comportamiento y la toma de decisiones de los individuos.
La idea detrás de esta señalización es que el efecto de embudo que crean las marcas viales empuje al motorista a intentar pasar entre ellas, como si enhebrara una aguja con la moto antes de tomar la curva. De esta manera, disminuye la velocidad mientras se asegura de que la gestiona de la manera correcta. Algo así como seguir las marcas de trazada perfecta en cualquier videojuego de conducción.
Marcas circulares
En el territorio español ya se han implementado algunas marcas viales especiales en el suelo para ayudar a los motoristas en sus trazadas y así, minimizar el número de siniestros. Una de las pioneras es la carretera que circundan el Pantano de Foix, en el municipio de Castellet y Gornal, perteneciente a la comarca del Alto Panadés, en la provincia de Barcelona.
Antes de la pandemia, el Departamento del Territorio de la Generalitat, comenzó un programa piloto en el que se marcaron en el asfalto el trazado, en la trazada de la curva, unas señales para ayudar a los motoristas. Es una carretera por la que no circulan muchas motos y tampoco hay un volumen alto de accidentes, por lo que se va a tener que esperar unos años para ver si surte algún efecto sobre la siniestralidad.
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